tag:blogger.com,1999:blog-167820592024-03-19T09:20:43.015-03:00Teorías Políticas para LatinoaméricaEste espacio busca entender y comprender la realidad social, desde todas sus fuentes -históricas, políticas, económicas, culturales, ideológicas- pero libre de prenociones ideológicas o discursivas, teniendo presente que nada es absoluto ni verdadero en ningún momento. El Verstehen weberiano.Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.comBlogger123125tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-87953179573979079192008-03-18T13:00:00.002-03:002008-03-18T13:36:29.420-03:00<strong><span style="color:#3333ff;"><span style="font-size:130%;">Me cambie a Sujeto y Sociedad </span><a href="http://sujetoysociedad.blogspot.com/"><span style="font-size:130%;color:#ff0000;">http://sujetoysociedad.blogspot.com/</span></a></span></strong><span style="font-size:130%;"><br /><strong><span style="color:#3333ff;"></span></strong><br /><strong><span style="color:#3333ff;">Por un tema de espacio, tiempo e interés.</span></strong><br /><strong><span style="color:#3333ff;"></span></strong><br /><strong><span style="color:#3333ff;">Saludos</span></strong></span><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-25557252161983660402008-02-26T17:47:00.022-03:002008-07-28T13:54:23.751-04:00¿Es posible un Liberalismo Libertario e Igualitario?<div align="justify"><strong>El Liberalismo como concepto, corpus de ideas, doctrina política, social y económica, como paradigma y modelo, ha sido reducido y acomodado en favor de nuevas formas de dominación y control de los sujetos, en una clara postura <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">anti</span>-liberal.<br /></strong>El principio básico y esencial del Liberalismo (s) sin ser explícito, se centraba en la premisa de que ningún sujeto -como igual y libre- debía ser sometido a alguna intervención ilegitima, proveniente de cualquier tipo de poder. Es decir, plantea la protección de los sujetos ante el despotismo y el autoritarismo. Para ello, se establece como mejor y más adecuado instrumento, el Derecho, a través de leyes universales, generales y aplicadas a todos por igual.</div><br /><p align="justify">El contexto histórico en que surge tal concepción, marcada por el creciente aumento del absolutismo monárquico en Europa, determina que las ideas liberales se centren en establecer límites al actuar del gobierno del rey y el Estado que lo sustenta. </p><p align="justify">Lo central -más allá de los contextos- es hacer legitima la posibilidad de oposición de los <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">gobernados</span> ante cualquier poder que los someta y ante cualquier <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">institucionalidad</span> que sustente dicho dominio.</p><p align="justify">Por lo mismo, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">John</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Locke</span> establecía que era necesario el establecimiento de un gobierno que administre la Justicia, protegiendo derechos y libertades de los sujetos, ante toda agresión ilegítima, y simultáneamente indicaba que el límite para dicho gobierno era el cumplimiento de dichas funciones, protegiendo la vida, libertad y las posesiones.</p><p align="justify">Como primera aclaración, dichas posesiones no eran exclusivamente de orden material como actualmente el discurso imperante trata de imponer -al reducirlas a la propiedad privada económica como se concibe hoy- sino más bien corresponden a todo los ámbitos no políticos donde los sujetos tienen derecho a la interacción, la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">privacidad</span> e independencia, como la religión, las relaciones amorosas, la vida sexual, la economía o la cultura, los gustos, las preferencias, etc. </p><p align="justify">Por lo tanto, debe quedar claro que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Locke</span> establece el concepto más allá de la propiedad material -que sería una parte y no el total de ésta- donde se incluyen también expectativas personales, educacionales, económicas, sociales, culturales, creencias, etc. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Tocqueville</span> planteaba una idea similar al referirse a las libertades cotidianas como la libertad de expresión o de asociación.</p><p align="justify">Hasta este punto, podemos decir que el Liberalismo en términos generales, pero a la vez puntuales establece el ámbito de la Libertad -a nivel de relaciones de poder entre los sujetos- planteando que ningún sujeto debe ser sometido <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">ilegitimamente</span> a cualquier tipo poder o dominación, lo que se constituye simultáneamente en base de la idea de Igualdad. Más importante aún, se plantea una distribución del poder a todo nivel. </p><p align="justify">Sin embargo, de lo anterior se desprenden dos dilemas: </p><ol><li><div align="justify">Qué define la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">legitimidad</span> de la intervención. </div></li><br /><li><div align="justify">Qué tipo de poder somete a los sujetos en un contexto histórico determinado.</div></li></ol><p align="justify">A partir de estos dos problemas no resueltos, surgen los argumentos que han convertido y reducido al Liberalismo a lo largo del tiempo, en un "credo económico", cuyo único discurso se centra en la supremacía de la propiedad individual -reducida a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">maximización</span> de capital monetario- por sobre el bien colectivo y social, envolviendo todo tipo de bienes y valores bajo el concepto de mercancía, bajo un orden <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">totalizante</span> basado en la propiedad privada. </p><p align="justify">En base a esto, se ha desvirtuado la idea base de la Libertad que planteaba el Liberalismo en sus orígenes, la que ha sido reducida a las nociones económicas del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">laissez</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">faire</span>, reflejada en la pretensión de establecer una anarquía económica, que se traduce en la praxis, en una creciente falta de Responsabilidad Social de los sujetos con mayor poder, ya sea político o económico; la concentración del poder político y económico; y la consecuente atomización del sujeto como ente activo en lo Político y Social.</p><p align="justify">Se produce entonces, la negación de la libertad y la igualdad esencialmente política, económica en la Sociedad, estableciendo con ello la falsa incompatibilidad entre Liberalismo y Justicia Social e inclusión económica y política, debido a que en el discurso imperante, el ámbito privado y protegido, sólo se tiende a relacionar con la propiedad de los medios de producción de los más poderosos.</p><p align="justify">Del despotismo político se pasa irremediablemente al Despotismo económico, que en forma <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">totalizante</span> ha envuelto todos los ámbitos privados de los sujetos, haciendo a los más débiles, menos libres y más sometidos al dominio de los intereses de grupos corporativos, de poder político y económico, cada vez más imbricados.</p><p align="justify">Entonces, se produce la negación sistemática de diversos derechos como la libertad de asociación (con la prohibición de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">sindicalizarse</span>), la igualdad ante la ley (el tema Medioambiental es buen ejemplo) o la libertad de expresión (con la concentración de los medios de comunicación y la censura en diversas formas).</p><p align="justify">Se rompe en definitiva "el derecho de la gente ordinaria de encontrar un espacio para sus aspiraciones y un refugio ante la presuntuosa embestida de los que se sienten sus mayores" (<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">Sowell</span>).</p><p align="justify">Desarrollaré más las ideas en todo caso. Esto es sólo un paso.</p><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com17tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-8394428406371116872008-02-13T09:24:00.011-03:002008-02-19T18:33:21.231-03:00Miguelito: Institucionalidad formal del Estado versus la institucionalidad informal del Hampa<div align="justify"><strong>La mayor crudeza en los últimos hechos delictivos y los altos índices de reincidencia, pueden tener relación con la ambigüedad del marco institucional formal -las leyes y políticas- que se debería encargar de las acciones punitivo-preventivas y de reinserción en torno al delito, y la poca atención a los aspectos informales que operan en su constitución como actividad en el medio libre.</strong></div><div align="justify">Es claro que el marco institucional formal e informal determina las pautas de acción de todo sujeto en un campo de actividad específico. </div><div align="justify">En el caso de la delincuencia como campo de acción, se produce una dualidad -una pugna- entre un marco formal amplio y totalizante, la legalidad del Estado de Derecho, y un marco informal, "los códigos del hampa" al que los sujetos que delinquen se someten individual y contextualmente.</div><div align="justify">Frecuentemente, se aplica con fuerza el marco formal del derecho sobre el cuerpo de los sujetos -la prisión, la detención- pero muy poco se hace en torno al marco informal en el que la mayoría de éstos fueron educados, se criaron, desarrollaron y se desempeñan en el medio libre.</div><div align="justify">Dicho marco informal, es el que prevalece por sobre la aplicación por parte del Estado de su marco formal legal, lo que se ve reflejado en la poca reinserción y los altos índices de reincidencia delictiva.</div><div align="justify">Ese predominio, se produce incluso en cuanto a las políticas educacionales del Estado, pues debido a los bajos índices de escolaridad, son las prácticas del entorno social delictivo, inserto en el medio libre e internalizadas desde la infancia por los niños en riesgo social, las que terminan por ser aceptadas y muchas veces naturalizadas por los sujetos en su vida adulta. </div><div align="justify">Es decir, el gobierno físico de los sujetos, su control mediante el marco institucional legal, se vuelve de corto alcance en la reclusión y el medio libre donde el campo delictual es hegemónico, debido a la existencia de un marco informal que gobierna psicológicamente sus prácticas, intereses, acciones y contextos.</div><div align="justify">No es extraño entonces, que delincuentes encarcelados, sigan delinquiendo a través de diversos medios que les permiten romper las barreras físicas, como celulares, familiares, etc. Como tampoco es infrecuente, que una vez cumplidas sus condenas, retomen sus actividades delictivas y se "reinserten a sus medios delictuales libres". Más frecuente aún, es que ciertas formas de delito sean vistas como formas legítimas de subsistencia o como un trabajo más.</div><div align="justify">Lo anterior incide, en que el marco informal que se desarrolla en torno a actividades delictivas -que en definitiva lo son por ser contrarias al marco legal imperante- se conviertan en el marco formal que sustenta la instauración de una verdadera la moral delictual. </div><div align="justify">Se produce entonces una especie de dimensión paralela a los espacios simbólicos donde el Derecho impera. </div><div align="justify">En este sentido, la cárcel se vuelve un espacio material donde las instituciones informales de la delincuencia se vuelven formales, y se convierten en ley interna de los reclusos e incluso de los agentes del Estado insertos en ella. Impera la ley del hampa, por sobre el Estado de Derecho.</div><div align="justify">La prisión se vuelve entonces, una especie de isla, donde la pugna entre la institucionalidad del Estado es vencida por la institucionalidad informal del hampa, que encuentra un espacio para expandirse, naturalizarse y fortalecerse. Deja de ser el lugar donde se transformen o eliminen las prácticas que son base del comportamiento delictual.</div><div align="justify">Con eso se rompen definitivamente los principios básicos de la cárcel, como lugar punitivo y de reinserción.</div><div align="justify"> </div><div align="justify"><a href="http://sujetoysociedad.blogspot.com/"><span style="color:#3333ff;"><strong>http://sujetoysociedad.blogspot.com/</strong></span></a>: <strong><span style="color:#000000;">Esta semana, los medios han estado monopolizados o han monopolizado, una sola realidad, el Festival de Viña del Mar, demostrando que la Televisión es reduccionista, deforma la realidad y desalienta el ejercicio de pensar. En definitiva es cada vez una caja más idiota.</span></strong></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-46757164787414678502008-02-06T18:28:00.002-03:002008-07-28T14:09:08.862-04:00Primarias en USA: Presidenta mujer o Presidenta de color<div align="justify"><strong>En las próximas elecciones en Estados Unidos, se plantea un dilema coyuntural profundo para ese país, donde las elecciones por primera vez colocan en posibilidad de acceder al poder máximo a representantes de dos sectores históricamente marginados en la Política estadounidense, las mujeres y los afro-americanos.<br /></strong><br />La prensa en USA y el resto del mundo, ha estado totalmente centrada en las últimas semanas en las primarias demócratas entre <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Hillary</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Clinton</span> y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Barack</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Obama</span>, dejando en segundo plano las decisiones en el Partido Republicano, por una razón muy simple, porque hay una candidata mujer y un candidato de color.<br /><br />No se trata en este sentido, de recalcar que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Clinton</span> es mujer en sentido misógino, o que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">Obama</span> es de color en sentido racista, sino de mostrar que las elecciones primarias, por primera vez dan la posibilidad de acceder al poder a miembros de dos sectores históricamente –aunque distintamente- marginados en la Política estadounidense, las mujeres y los afro-americanos.<br /><br />Sin embargo, la mayoría de los analistas se han centrado en aspectos comunes como la popularidad, el prestigio político o la trayectoria de ambos candidatos, pero pocos han considerado los aspectos de género y raza que cada uno lleva detrás de sí como fuertes cargas simbólicas.<br /><br />En cuanto a la presencia de las mujeres en la política, al igual que en la mayoría de los países como Chile o Argentina, en Estados Unidos, el campo político ha estado más bien controlado por los hombres, quienes no sólo controlan el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">habitus</span> de éste, sino que todo el capital social disponible.<br />Por lo mismo, las mujeres tradicionalmente han sido relegadas a un plano más bien protocolar, pero han sido claramente despojadas de la toma de decisiones –esto no implica que cumplan funciones importantes en algunos casos como el de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Condoleezza</span> Rice-.<br /><br />En este sentido, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">Hillary</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">Clinton</span> es quizás la primera en romper la lógica de la primera dama, cuya función pasiva se relacionaba con aspectos más bien protocolares. Durante el gobierno de su marido, asumió una posición mucho más activa e influyente, que incluso se vio fortalecida después del caso <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">Lewinsky</span>. Después de eso, dejo de ser la esposa de y se convirtió en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">Hillary</span> (se apropio de parte del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">habitus</span> y capital político de su marido).<br /><br />En el caso racial, el tema es más complejo quizás, puesto las comunidades afro americanas, sufrieron una exclusión más profunda que la sufrida por las mujeres blancas en cuanto al poder, debido a la segregación racial que imperó en Estados Unidos hasta finales de la década de los 70´, bajo la doctrina de "separados pero iguales" que en definitiva legalizaba el racismo.<br /><br />Bajo este marco institucional formal e informal, era <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">impensado</span> que ciudadanos de estadounidenses de color, accedieran a cargos administrativos y de poder. Menos aún pensar que alguno fuera <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">precandidato</span> de alguno de los partidos hegemónicos.<br /><br />En este sentido, la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">pre</span> candidatura de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">Obama</span>, marca el fin de una hegemonía blanca, no explícita en la política estadounidense, y su elección como presidente implicaría la abolición definitiva del lema “separados pero iguales”.<br /></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-88029494041752956712008-02-05T13:17:00.002-03:002008-07-28T14:09:31.309-04:00Desmitificando al campo académico, intelectual, cultural y profesional<div align="justify"><strong>La percepción –auto percepción- más bien mítica de algunos campos de actividad como espacios aristocráticos, puros, inmaculados, neutrales, elevados moral e intelectualmente y libres de los vicios mundanos, es apreciable en ciertas áreas y actividades.<br /></strong><br />Al igual que el campo académico y científico (<a href="http://sujetoysociedad.blogspot.com/2008/02/la-oligarqua-de-la-ciencia.html"><span style="color:#3333ff;">http://sujetoysociedad.blogspot.com/2008/02/la-oligarqua-de-la-ciencia.html</span></a>), cuya ley de hierro inhibe el desarrollo de conocimiento nuevo y el aporte e ingreso de agentes fuera del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">habitus</span> dominante, campos como el jurídico, el médico, el periodístico y el económico, también aplican dicha lógica de diversas maneras, en cuanto al acceso de nuevos sujetos al campo mismo; al control del capital común y en relación a la hegemonía de los paradigmas o discursos dominantes.<br /><br />Lo común a todos estos ámbitos, radica en que la mayor parte de los miembros de estos campos pretenden concebir toda la realidad social bajo sus paradigmas dominantes, donde ellos se suponen como sujetos centrales de los mismos, además de máximos depositarios y únicos defensores de lo justo, racional, legal y ético a nivel social.<br /><br />Los dominantes de cada uno de estos campos suponen –en una clara lógica aristocrática y mítica- que todos y cada uno de sus miembros son de la más elevada moral, y que en conjunto conforman una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">elite</span> superior al resto.<br /><br />Aunque se pueda considerar esta constatación exagerada, esta percepción es habitualmente aplicada -por los sujetos- a diversos ámbitos de actividad como las religiones, lo militar y policial, donde generalmente se tiende a atribuir a una totalidad simbólica -los miembros en su conjunto- atributos que más bien son individuales.<br /><br />Lo anterior, aún cuando nadie se pondría discutir que ni todos los religiosos son buenos y de elevada moral, ni todos los policías son incorruptibles, ni tampoco todos los soldados actúan siempre con honor.<br /><br />Lo mismo ocurre en el campo académico y profesional jurídico, médico, periodístico, económico y técnico, cuyas <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">elites</span> se constituyen y controlan el campo, no a través de aspectos técnicos o científicos, sino a través del despliegue de instrumentos simbólicos y subjetivos de control.<br />Estos elementos se constituyen a través de 3 formas de acción, como prácticas y a la vez filtro:<br /><br />- En relación al ingreso de actores a los grupos o áreas dominantes del campo.<br />- En relación al control del capital simbólico del campo como medio de propaganda y exacerbación del mismo en el exterior.<br />- En cuanto al dominio de ciertos discursos por sobre otros dentro del campo mismo, con el fin de controlar las disidencias.<br /><br />En cuanto a los modos de filtro –discriminación/exclusión- la mayoría se constituye a partir de los dominantes del campo, y se definen en base al capital social adquirido por sus miembros, ya sea éste de orden familiar, educacional o económico.<br />Así, los filtros de ingreso más usados e identificables son, el colegio o la universidad de procedencia, los apellidos y el lugar de residencia, los cuales bajo ningún punto de vista son criterios técnicos o <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">epistemológicamente</span> positivos para determinar quién puede o no puede ingresar al campo, y son más bien instrumentos de exclusión, cuyo único fin es fortalecer la ley de hierro de las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">elites</span> dominantes.<br />Basta analizar los avisos de empleo para constatar como éste tipo de prácticas se constituye y naturaliza a base de subjetividades tan grotescas y ambiguas como el concepto de buena presencia.<br /><br />En cuanto al control del capital simbólico del campo, se refiere a cómo los dominantes del campo, y en general todos sus miembros, utilizan determinados elementos simbólicos propios del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">habitus</span> del campo, como modo de legitimación y dominio frente a otros sujetos fuera de éste o pertenecientes a otros campos.<br />El uso de aspectos simbólicos referentes al campo es habitual sobre todo en debates y propagandas políticas, en discusiones académicas y en artículos de prensa, donde éstos son usados como instrumento de apropiación de cualidades atribuidas al campo como una totalidad. Así por ejemplo, candidatos, de profesión médica, salen en sus <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">afiches</span> y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">spot</span> con delantales blancos y estetoscopio, como si el ser médico garantizara una buena y transparente gestión pública.<br /><br />Con respecto al uso, predominio e imposición de determinados discursos dentro del campo, los dominantes ejercen el control del poder dentro de éste, atomizando a los eventuales disidentes, a través de la aplicación sistemática de dichos discursos al modo de una ideología, que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">hegemoniza</span> todos los ámbitos de acción dentro del campo, determinando roles, posiciones y legitimidades a cada sujeto.<br />Los grupos de poder dentro del campo, ejercen su influencia a todo nivel, impidiendo el acceso de sujetos -no acordes al <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">habitus</span> y el discurso dominante- a cargos de influencia, de alta exposición pública, a base de la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">deslegitimación</span> de su posición dentro de éste, convirtiéndoles en actores no válidos dentro y fuera del campo.<br /><br />Leer <strong>La oligarquía científica en <a href="http://sujetoysociedad.blogspot.com/"><span style="color:#3333ff;">http://sujetoysociedad.blogspot.com/</span></a></strong></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-65131127217208952172008-01-28T18:17:00.001-03:002008-07-28T14:11:48.427-04:00El riesgo para las elites es su propia ley de hierro<div align="justify"><strong>La ley de hierro de la oligarquía (<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Robert</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Michels</span>) plantea que una organización eficiente siempre necesitará un liderazgo fuerte, que irremediablemente irá en desmedro de la democracia interna de ésta.<br /></strong>La constitución de ese liderazgo se basará en la creciente concentración de la cúpula dirigente en términos cuantitativos, en base a la competencia entre las mismas <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">elites</span>, que se centra esencialmente en el control de los bienes con que cuenta la organización –ya sean estos patrimoniales, políticos o simbólicos- y que son siempre limitados.<br />En esa pugna, las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">elites</span> dirigentes más fuertes se van posicionando sobre otras, las absorben, las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">cooptan</span>, las reducen, las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">reposicionan</span> o las disuelven, reduciendo su número dentro del campo de competencia.<br />La inevitable concentración (reducción) de los cuadros dirigentes en cualquier <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">elite</span>, indefectiblemente generará rupturas internas entre éstas, debido a la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">profundización</span> de la dicotomía entre eficiencia –en cuanto a mantener el poder, obtener dividendos electorales y bienes políticos que se vuelven cada vez más escasos- y democracia interna –en cuanto a mantener vías de comunicación entre las bases y las distintas cúpulas dirigentes-.<br />El agotamiento interno de las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">elites</span> –por el paso del tiempo, por malos cálculos políticos, por deterioro del discurso común o por disminución en los bienes a repartir, y más importante aún, por falta de nuevos cuadros o miembros- no sólo generará paulatinamente falta de cohesión entre sus miembros dirigentes, sino que irremediablemente afectará la legitimidad de la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">elite</span> en su totalidad, con respecto a las bases.<br />Este fenómeno es apreciable a nivel de coaliciones de gobierno, partidos políticos, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">dirigencias</span> deportivas, vecinales, o de cualquier índole.<br />A nivel político partidario, este fenómeno puede ocurrir simultáneamente en una coalición, cuyos partidos entran en una fase aguda de concentración –agotamiento- de la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">elite</span> dirigente, que luego se expande a todo el conglomerado y sus <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">suborganizaciones</span>.<br />Las pugnas internas al interior de algunos partidos en torno a los liderazgos y el control de la organización, con resultados de expulsión, renuncias solidarias o auto impuestas, además de indicios de fraccionamiento, generará rápidamente una especie de efecto en cadena, donde otros actores de otros partidos, entrarán en dicha lógica de poder, que luego se expandirá a nivel de puestos de gobierno –bienes que se vuelven escasos-.</div><div align="justify">El caso de las renuncias en bloque en la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">DC</span> luego de la expulsión de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Zaldívar</span> y la reciente proclamación de Jorge Arrate como <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">precandidato</span> del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">PS</span>, son claro reflejo de este fenómeno, que termina por afectar a la Concertación como coalición gobernante <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">proyectable</span> en el tiempo. </div><div align="justify">El mismo fenómeno, ha impedido a la Derecha acceder al poder, puesto que las pugnas internas en torno a los liderazgos, terminan por debilitar a cualquier posible candidato.</div><div align="justify">En este sentido, si la Concertación quiere mantener el poder, obtener dividendos electorales y bienes políticos, sin afectar su democracia interna, entonces debe renovar total e inevitablemente sus cuadros dirigentes. Ya no basta con <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">rotarlos</span>. </div><div align="justify"></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-59091539013861148452008-01-07T14:11:00.002-03:002008-07-28T14:12:52.734-04:00La indigenización mapuche<div align="justify"><strong>Los últimos acontecimientos relacionados con el tema mapuche, han demostrado que la estructura política e institucional chilena en su totalidad, es incapaz de absorber las demandas de dichos sectores y de insertar a los mapuches como actores políticos y sociales, que presentan un claro proceso de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">indigenización</span>.</strong></div><div align="justify">Los mapuches, histórica y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">discursivamente</span> han sido considerados un sector social concebido como minoritario, anacrónico, contrario a los “valores nacionales y el progreso post independentista del Estado Republicano”*, siendo así excluidos y marginados de todos los procesos de cambio posteriores en Chile, ya sean políticos, económicos o sociales.<br />Como raza, como grupo social, como etnia, parecían confinados a los libros de historia, los museos y sus comunidades rurales.<br />En la realidad, nunca, desde la Independencia, fueron considerados como parte del escenario de la vida nacional.<br /><br />La situación actual mapuche, de clara <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">indigenización</span>, rompe con una lógica institucional y discursiva que se sedimento desde los inicios de la nueva república chilena, cuando la educación, el derecho, y la política como bases del Estado, fueron reduciendo la presencia de la cultura indígena –incluida la mapuche- dentro del ideario nacional, bajo el discurso de lo criollo como constitutivo de lo chileno –entre lo español y lo indígena- y las posteriores pretensiones de “mejorar” la raza por parte del Estado chileno, como una forma de desligarse del pasado indígena, a través de “la extinción "natural" del componente indígena, gracias al despliegue de las "contenidas capacidades nacionales inmovilizadas por el lastre" indígena.” (<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Ballon</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Aguirre</span>)<br /><br />Bajo ese discurso, se estructuró entonces una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">institucionalidad</span>, que eliminó al sujeto indígena como potencial actor político, económico y social, excluyéndolo de la educación y el acceso a bienes y espacios que el Estado y otras esferas generaban, atomizando sus comunidades y reduciéndolas a grupos familiares carentes de capacidad para generar una organización amplia bajo criterios etnográficos. Como grupo social activo, los mapuches parecían haber sido disueltos.<br /><br />Sin embargo, en los últimos años, y en un fenómeno similar al ocurrido en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">México</span> por ejemplo, las comunidades mapuches parecen haber tomados conciencia de sí y para sí como sujetos sociales, ampliando sus niveles de organización, sus pretensiones de participación como grupo, y articulando sus demandas frente al Estado chileno de manera creciente.<br />Al parecer, el mayor acceso a información y bienes, generado por el mayor acceso a la educación de las generaciones más jóvenes de mapuches, ha permitido este proceso de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">indigenización</span>, entendido como la asunción de un grupo –amplio o pequeño- con su identidad y raíz cultural, como base de su actuar social.<br /><br />En este sentido, “no debe considerarse la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">indigenización</span> como una cualidad exclusiva de lo indígena sino como un atributo de cualquier grupo…cuando se reafirma <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">culturalmente</span>.” (<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">Ballon</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">Aguirre</span>)<br /><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">Paradójicamente</span>, la misma lógica institucional que históricamente los atomizó, parece haber aumentado las expectativas en torno a sus demandas y también su conciencia como grupo en los últimos años, sobre todo cuando bajo los parámetros del derecho, se pretendió establecer una igualdad legal inclusiva, mediante una especie de discriminación positiva, que en definitiva terminaría por absorber en la sociedad chilena a la etnia mapuche.<br />Contradictoriamente, eso no ocurrió y los sectores mapuches se vieron con mayores incentivos para desarrollar sus organizaciones, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">revalorar</span> sus aspectos culturales y articular sus demandas, que van desde la propiedad de la tierra hasta la no discriminación en general. </div><div align="justify"><br />En este sentido, al igual que en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">México</span>, el mayor problema se presenta a nivel de actores políticos, puesto que los modelos político-partidarios de las principales coaliciones chilenas, “resultarán afectados ante una irrupción que no encajaba en el embalaje tradicional de sus ideologías” (<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">Ballon</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">Aguirre</span>). </div><div align="justify"></div><div align="justify">La irrupción del mapuche como sujeto activo en cuanto a sus demandas, descoloca a los actores políticos institucionales, que no saben cómo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">cooptarlos</span> y por lo tanto, no ven más opción que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">deslegitimar</span> su incursión como actor social y político, penalizando y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">judicializando</span> sus demandas, y asumiéndolas como totalmente ilegítimas.<br />Lo anterior, porque las dos principales coaliciones no tienen una postura clara frente a las demandas indígenas, más allá de la apelación ambigua al estado de derecho. Peor aún, no conciben al sujeto <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_20">indígena</span> como actor político en la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">institucionalidad</span> imperante.</div><div align="justify"></div><div align="justify">En este sentido, el llamado <em>conflicto mapuche</em> no sólo se produce entre la etnia y el Estado, sino también a nivel institucional e interno chileno, donde los diversos actores, políticos y no políticos, irán adoptando posiciones que en definitiva irán cambiando el carácter del fenómeno.</div><div align="justify">El conflicto mapuche es más bien reflejo de un<em> conflicto institucional chileno</em>, entendido como un alerta a los valores de una sociedad muchas veces discriminadora, poco inclusiva, racista, clasista, con pocas oportunidades y muy elitista.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;">*Los valores nacionales relacionados con lo criollo y post-colonial y el desarrollo de una república de orden liberal.</span></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-10890756596220357782007-12-26T17:58:00.001-03:002008-07-28T14:13:35.524-04:00Sí la (P) política está enferma, no hay que oxigenarla, hay que desahuciarla<div align="justify"><strong>En el último tiempo se ha puesto de moda un nuevo discurso para-político, similar y por qué no decirlo, heredero de otros anteriores, como el de la alternancia en el poder, el del consenso, y el de la frase “las instituciones funcionan”. Este nuevo discurso, resumido en la frase “Oxigenar la Política”, al igual que sus predecesores, es útil y transversal a los principales sectores políticos, debido a que es un simple recurso retórico volátil y sin fondo.<br /></strong>En los últimos años, se ha hecho común escuchar que la Política está desprestigiada, que está sucia, que hay que cambiarle la cara, y con eso las caras de quienes están en el poder, en los partidos.<br />El pragmatismo político y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">tecnocrático</span>, que surgió como remedio al colapso previo, y que buscaba reemplazar a los grandes y utópicos paradigmas de antaño, parece también agotarse en su propia fórmula, y ha terminado por sumarse como un síntoma más, de una enfermedad que parece crónica, y que se manifiesta en una creciente desafección política.<br />Pero ¿Está realmente enferma la Política? ¿No es acaso una variante de la Política, la política partidaria esencialmente, la que está agotada, y no su totalidad como actividad social?<br />La Política en su mayor amplitud, es una dimensión presente en todo ser humano, que está constantemente operando en nuestras vidas. Continuamente estamos haciendo Política, al vender, al comprar, al conquistar o dejarnos conquistar, al terminar una relación, al volver a ésta, al competir en un deporte, al organizar un asado, una fiesta o un concurso, al discutir, al aprender, etc. En definitiva, somos animales políticos constantemente, se quiera o no.<br />Por otro lado, la política (con minúsculas) es aquel campo de actividad, que se nos hace creer que es el único y supremo para establecer la representación, la participación y la toma de decisiones sociales y que sin embargo, es una actividad limitada que funciona, se desarrolla y reproduce en base a una lógica específica, con sistemas de ideas específicos, y sustentado en un marco institucional determinado.<br />Esa lógica específica, ha hecho que el campo político (sobre todo el partidario como eje de representación y control del Estado) –en casi cualquier parte del mundo e histórica y frecuentemente- siempre pase a estar controlado por ciertos grupos, que con el paso del tiempo adoptan el carácter de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">elites</span> políticas y económicas, que posteriormente se constituyen y sedimentan como oligarquías, que centran sus pugnas en torno a tener o no, el control total del Estado. En este sentido, nunca se alejan del todo del poder, que quede claro.</div><div align="center"><strong>“Oxigenar el poder”</strong></div><div align="justify">“Oxigenar la Política”, así como la retórica de los consensos, la alternancia, los independientes y la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">institucionalidad</span>, es un discurso que surge dentro de las mismas <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">elites</span> que controlan y hacen usufructo del campo político -sobre todo el central- y cuyo propósito es mantener y proteger la estructura institucional y discursiva que sustentan dicho control, que en ciertos casos muestra fisuras en su hegemonía, cuando el resto de la sociedad civil manifiesta su desconfianza en la clase política.</div><div align="justify">En este sentido, no es la Política la que está enferma, sino que es específicamente el campo político partidario el que se agota en sus propias lógicas, contradicciones e incoherencias, <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_4">perdiendo</span> fuerza y legitimidad como espacio representativo y de participación política. </div><div align="justify">Es decir, se debilita el recurso discursivo e institucional en el que se sustenta el dominio del campo político como eje de lo político, por parte de los partidos políticos, sus coaliciones, sus centros de estudios y organismos asociados.</div><div align="justify">Si la gente vota menos, se inscribe menos, y confía menos, entonces el poder político-partidario en general pierde su hegemonía como medio de representación y legitimidad, en cuanto a la toma de decisiones. </div><div align="justify">Al igual que el surgimiento de nuevos partidos, que retóricamente plantean “romper las lógicas de los partidos tradicionales”, pero que en la práctica las aplican desde su génesis, el discurso de la <em>oxigenación</em>, sólo busca fortalecer y proteger la estructura institucional en que se supone debe estar circunscrita la participación política ciudadana, que es la base del poder para el sistema de partidos. </div><div align="justify">Sobre todo, sirve para fortalecer a ciertas <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">elites</span> -da lo mismo el bando-, que dentro del campo político, son más débiles que otras, o aún contando con suficiente poder, no han podido acceder al control del Estado, los partidos o algunos organismos.</div><div align="justify">Quienes lo enarbolan como bandera, bajo ningún punto de vista pretenden el ingreso de nuevos actores a sus círculos o el traspaso del poder a base del surgimiento de nuevas <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">elites</span>. </div><div align="justify">Por lo mismo, la "oxigenación" es una idea <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_7">volátil</span> y sin fondo, que no plantea cambios en las estructuras institucionales del poder, sino más bien el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">reforzamiento</span> de éstas.</div><div align="justify">La "Oxigenación de la Política" no pretende revitalizar la actividad, sino más bien mantener artificialmente una lógica de poder que se agota.</div><div align="justify"></div><div align="justify">En Sujeto y Sociedad:<br /><a href="http://sujetoysociedad.blogspot.com/2008/01/el-discurso-navideo-entre-el-consumo-y.html"><span style="color:#3333ff;"><strong>El discurso navideño, entre el consumo y la espiritualidad</strong></span></a></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-73934755283915361162007-12-14T13:06:00.001-03:002008-07-28T14:14:13.510-04:00Democracia: La Dimensión Desconocida<div align="justify"><strong>La Democracia como concepto, como modelo, y como ideal, ha quedado reducida a campos de acción, como la existencia de elecciones frecuentes o la protección de ciertos derechos como la propiedad y la libre expresión, que excluyen dimensiones políticas y económicas mucho más amplias, que en definitiva las convierte en Poliarquías.</strong></div><div align="justify">La Democracia como ser y deber ser, tiene <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_0">implícita</span> la dicotomía del sujeto, como agente individual y como parte de un colectivo social. </div><div align="justify">Su objetivo primordial como sistema surge de la necesidad de superar dicha contradicción, mediante la conjunción de ambos espacios, respetando las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">individualidades</span> de los sujetos en cuanto a decisiones, y simultáneamente considerando los intereses colectivos surgidos de éstas, en base a la idea de representación, cuyo fin último era generar el máximo Bien Común para todos.</div><div align="justify">La noción de esta dualidad, implica considerar campos sociales de acción, en que los sujetos actúan como <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">individualidades</span>, en función de intereses particulares, y también como parte de una suma de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">individualidades</span>, delegando sus decisiones a otros, dentro de un entramado social complejo, donde los roles e intereses son cambiantes. </div><div align="justify">Los campos de acción política y económica, donde existen dimensiones y entramados que establecen marcos de acción para los sujetos, tanto a nivel individual como colectivo, son en este sentido, los más complejos para disminuir esa dicotomía. </div><div align="justify">A medida que las sociedades se <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">complejizaban</span> en diversos estamentos, se profundizaba la división del trabajo y la propiedad, y simultáneamente las dimensiones de los campos de acción se expandían e <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">imbricaban</span>, se hizo más <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_6">difícil</span> compatibilizar el aspecto individual de la decisión, con el colectivo de la representación, como claves del Bien Común, haciendo que la distancia entre ambos aumentara profundamente.</div><div align="justify">Diversas dimensiones de la democracia relacionadas con la decisión individual y la representación colectiva: como la igualdad de condiciones para participar de ésta en pro del Bien Común, -donde privilegios, aptitudes y estructuras de dominación de cualquier índole se suponen abolidos o no existentes- comenzaron a ser <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">subvaloradas</span>, mientras se anteponían intereses particulares, ya sea de personas o grupos mejor organizados o con más recursos, que comenzaba a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">instrumentalizar</span> la Democracia. </div><div align="justify">Lo anterior introdujo prácticas que paulatinamente fueron reduciendo el ámbito de la decisión y la participación de los sujetos, haciendo que la representación, no sólo por una lógica cuantitativa sino discursiva, se convirtiera en un aspecto central del discurso democrático, pero esencialmente simbólico y no práctico.</div><div align="justify">Ésto, trajo consigo la supresión de algunas dimensiones sociales de la democracia, y una lógica exclusión política, primero desde la esfera de la toma de decisiones, hasta la participación política en sí -en puestos de gobierno, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">dirigencia</span> de partidos- que terminó por sedimentar un sistema de exclusión económica, eliminando prácticas democráticas en la producción, organización y gestión del trabajo. </div><div align="justify">Así, dimensiones complejas y sumamente ricas en el entramado social, como la Economía, las Ciencias y la Cultura, quedaron eliminadas del ideal democrático, y fueron confiscados por ciertas <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">elites</span>, que las convirtieron en dimensiones exclusivas, a las cuales, el resto no tenía -y no tiene- ningún tipo de acceso.</div><div align="justify">Más aún, cualquier expresión fuera de dichas dimensiones exclusivas era considerada poco docta, ordinaria, revolucionaria o <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">incivilizada</span>. </div><div align="justify">En muchos casos, incluso fueron eliminadas del ideario colectivo, mediante procesos de socialización que buscaban reproducir ese sistema desigual, como la Educación.</div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-63227528197264365942007-12-10T17:33:00.001-03:002008-07-28T14:14:35.209-04:00Cambio climático podría agravar conflictos en algunas regiones del planeta<div align="justify"><strong>El informe <em>Cambio Climático como riesgo a la Seguridad</em>, realizado por el Consejo Consultivo sobre el Cambio Mundial y el Programa Ambiental de Naciones Unidas llegó a la conclusión de que el cambio climático agrave o genere conflictos violentos en el planeta.</strong></div><div align="justify">Las zonas de mayor riesgo según el documento serían África, el Mediterráneo, Asia Central, el Golfo de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">México</span> y algunas regiones de América Latina.</div><div align="justify">Según los científicos, en su mayoría alemanes y suizos, el número de refugiados del clima, terminarán por desestabilizar los sistemas políticos de algunos países, generando violencia en muchos casos.</div><div align="justify">Los principales focos o causales de conflicto serían: </div><div align="justify">-Degradación de las aguas dulces.</div><div align="justify">-Disminución de la producción de alimentos.</div><div align="justify">-Aumento de desastres.</div><div align="justify">-Aumento de la migración por causa medioambiental.</div><div align="justify"></div><div align="justify">Esto sin embargo, no es novedad, pues personalmente lo había constatado tiempo antes, al realizar mi tesis de Magíster acerca de la Reconfiguración de la Seguridad Internacional, donde el tema medioambiental era recurrente como un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">issue</span> de creciente importancia, aún cuando los gobiernos y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">transnacionales</span>, querían reducirlo sólo a la expresión de algunos grupos ecologistas.</div><div align="justify">El problema medioambiental, es social, político, económico y global, afecta en diversas dimensiones de la vida humana, y tiene costos irreversibles en muchos casos, cuando las autoridades anteponen intereses particulares, por sobre el bienestar de la población, no sólo humana, sino también animal, vegetal, natural.</div><div align="justify">Quizás algo que no mencionan los autores, es que no existen instancias institucionales para que las personas expresen, informen y puedan denunciar la irresponsabilidad medioambiental de privados o el Estado. Eso, también puede ser un foco de futura violencia.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Si quieren debatir de Filosofía Política Pura:</strong></span> </div><div align="justify"><a href="http://sujetoysociedad.blogspot.com/2007/12/de-vuelta-la-matrix-contrariando-slavoj.html"><span style="color:#3333ff;"><strong>De vuelta a la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Matrix</span> - Contrariando a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Slavoj</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">Zizek</span></strong></span></a></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-18857156995323561682007-12-10T10:38:00.000-03:002007-12-10T10:55:26.862-03:00Capital Social, costos de transacción e Innovación*<div align="justify">Resumen:</div><div align="justify">El desarrollo de un país requiere una institucionalidad<a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=16782059#_ftn1" name="_ftnref1">[1]</a> que permita el surgimiento de organizaciones (organismos) de alta calidad que lo sustenten, generando mayores incentivos para el desarrollo de conocimiento e innovación, que permitan proyectarlo en el tiempo y el espacio social.<br />Lo anterior, porque es claro que “las instituciones afectan el desempeño de la economía debido a su efecto sobre los costos del cambio en la producción” (North, 1995:16).<br />Sin embargo, todo lo anterior requiere de individuos capaces de aprovechar dicho marco institucional, para generar mayores y crecientes innovaciones, ya sean éstas productivas, tecnológicas o científicas, cuando así se requiera y sea oportuno a favor del desarrollo.<br />El capital social –como un factor esencial en este sentido- puede ser un estímulo clave para dicho proceso, pero si es mal utilizado, mal valorado o distribuido, puede convertirse en una traba que eleve los costos de transacción en torno a los incentivos a la inversión en conocimiento e innovación.<br />Esto se puede ver con mayor frecuencia en sociedades donde el perfeccionamiento del capital social o humano, en muchos casos, no se produce a la par del capital físico o material, inhibiendo el desarrollo productivo, innovación y conocimiento. </div><div align="justify"><br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=16782059#_ftnref1" name="_ftn1"></a><span style="font-size:78%;color:#3333ff;"><strong>[1] Institucionalidad, entendida como el marco de limitaciones formales e informales, las reglas del juego en una sociedad determinada, que establecen una estructura de incentivos en el intercambio y definen el conjunto de elecciones para los individuos dentro de éste.</strong></span></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:78%;"></span></strong></div><div align="justify"></div><div align="justify"><strong>-¿Es el capital social una institución que incentiva la inversión en conocimiento e innovación o más bien eleva los costos de transacción en torno a éstas?<br /><br />-¿Cuál es el rol del capital social como incentivo o desincentivo en el impulso a la innovación y la eficiencia en los países en desarrollo?<br /><br />-¿Cómo darle un buen uso al desarrollo del capital social en pro de una mayor eficiencia adaptativa?</strong></div><p><span style="font-size:78%;"><strong>Bibliografía<br /></strong>- North, D. (1995) Instituciones, Cambio Institucional y Desempeño Económico. Fondo de Cultura Económica, México.<br /><br />- P, Frijters, D. J. Bezemer y U. Dulleck (2003) Contacts, Social Capital and Market Institutions – A Theory of Development. Working Papers, Departament of Economics. University of Vienna.<br />[En línea]. Disponible en: </span><a href="http://econpapers.repec.org/paper/qutpfrijt/2005-1.htm"><span style="font-size:78%;">http://econpapers.repec.org/paper/qutpfrijt/2005-1.htm</span></a><span style="font-size:78%;"><br />[2007, 5 octubre].<br /><br />- J. Fagerberg (2003) Innovation: A Guide to the Literature. Centre for Technology, Innovation and Culture, University of Oslo. [En línea]. Disponible en: http://www.econ.uniurb.it/siepi/dec03/papers/fageberg.pdf [2007, 5 octubre].<br /></span><br />*Proyecto de Tesis de Doctorado, presentado para beca Fulbright-Conicyt de Igualdad de Oportunidades, que al parecer no me gané por qué, nadie lo sabe. </p><p>Falta la parte central con mis ideas claves, las cuales me reservo no publicar. </p><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-65845740769799509082007-12-06T13:35:00.001-03:002008-07-28T14:17:58.241-04:00La Política sigue siendo de las elites<div align="justify"><strong>Los últimos acontecimientos políticos, como la pugna de poder entre <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Zaldívar</span> y la mesa directiva de la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">DC</span>, la abrupta salida de Carlos Cantero de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">RN</span> por <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_3">desavenencias</span> ideológicas, y la reciente renuncia de Lagos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Weber</span> de la vocería del Gobierno y su reemplazo por Francisco <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">Vidal</span>, sólo dejan un hecho plausible y manifiesto, la Política sigue siendo un nicho acaparado y definido por las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">elites</span>.</strong></div><div align="justify">Algunos dirán que es lógico, e incluso natural, que las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">elites</span> ocupen todos los nichos del espacio político y que sean ellas las que definan qué es importante en la Política, para finalmente <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">acaparar</span> la toma de decisiones, desde la cúpula hacia abajo. </div><div align="justify">El problema surge cuando las pugnas entre los miembros de esas <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">elites</span> -surgidas por el agotamiento de ciertos bienes- se desprenden hacia las bases como si fueran los hechos claves de todo lo político, convirtiéndose en el centro y base constitutiva de la Política en general.</div><div align="justify">Debe quedar claro que las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">elites</span> tiene dos formas de mantener el poder (exceptuando el uso de la fuerza):<br />1) Cuando la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">elite</span> agota los bienes a repartir entre sus miembros, comienzan las pugnas en su interior, pero siempre atrayendo a las bases, como si aquellas luchas fueran sus luchas.<br />2) Cuando la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">elite</span> no quiere agotar los bienes a repartir, los convierte en bienes transferibles, pero sólo entre su propio capital humano.</div><div align="justify">Así, la pugna entre <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">Zaldívar</span> y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Alvear</span>, en ningún caso corresponde a una pugna en torno al <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">Transantiago</span>, el Modelo Político-Económico, o los más desvalidos, sino que es esencialmente una lucha por el poder al interior del Partido, entre dos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">elites</span> que se han vuelto irremediablemente antagonistas con el paso del tiempo. </div><div align="justify">Incluso, podríamos decir que es el antagonismo entre <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">Zaldívar</span> y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">Alvear</span> -surgido desde sus propias subjetividades personales y no políticas- el que se ha expandido como si fuera una pugna política a todo el partido, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">incluyendo</span> a las bases, que se han alineado entre ambos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">egos</span>.</div><div align="justify">En el caso de Carlos Cantero ocurre lo mismo, aunque de forma menos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">publicitada</span>, su salida de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">RN</span>, también tiene relación pugnas internas entre las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">elites</span> de dicho partido, que guardan relación con diversas formas de articular el ejercicio del poder y la distribución de bienes políticos en su interior. </div><div align="justify">Por lo mismo, el senador declaraba "la convivencia interna se ha deteriorado a niveles que la constituyen un desagrado, además de observar un marcado relativismo ético en la forma como se gestiona la política en cierta <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">dirigencia</span> de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_25">RN</span>"(El Mercurio <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_26">on</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_27">line</span>, Viernes 23 de Noviembre de 2007).</div><div align="justify">En ambos casos, pero sobre todo en el de la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_28">DC</span>, las guerras <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_29">intestinas</span> entre las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_30">elites</span>, traducidas en personalismos, se expanden y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_31">publicitan</span> hacia las bases, pero camufladas bajo conceptos volátiles, que esconden las verdaderas razones de las pugnas, mantener el poder en la cúpula, mantener el control de la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_32">elite</span> y con eso, el de todas las bases.</div><div align="justify">En este sentido, la política a nivel de partidos, sigue estando dominada por los intereses de las cúpulas, sus <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_33">elites</span> dominantes y sus luchas de intereses. Las bases quedan relegadas a funciones utilitarias -mantener el poder de las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_34">elites</span>- y en ningún caso, están consideradas para hacerse parte de éstas, ni tampoco son las llamadas a resolver dichas pugnas. </div><div align="justify">Al parecer, esa misma lógica de comportamiento de las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_35">elites</span>, parece aplicarse en cuanto al retorno de Francisco <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_36">Vidal</span> a la vocería de Gobierno, en reemplazo de Lagos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_37">Weber</span>.</div><div align="justify">Su designación -o <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_38">redesignación</span>- termina por demostrar y confirmar que "los rostros nuevos" en la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_39">elite</span> política dominante: o jamás existieron, no existen -no hay nuevos miembros en la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_40">elite</span> hegemónica- o simplemente aquellos que podrían ser rostros nuevos, no son considerados en la alta política. </div><div align="justify">Así, mediante esa lógica, la Política sigue siendo manejada, definida y <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_41">constituida</span> por las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_42">elites</span>, como históricamente ha ocurrido. </div><div align="justify">El problema es que incluso las bases más ingenuas creen que esa es la democracia.</div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
Periodista
Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-15355294584036924132007-11-29T14:02:00.001-03:002008-07-28T14:18:33.233-04:00Zaldívar, la DC y el dilema del prisionero<div align="justify"><strong>En la Democracia Cristiana, por segunda vez se ha presentado la petición de expulsar definitivamente de dicho partido a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Adolfo</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Zaldívar</span>. La Directiva se ha mostrado cautelosa, a pesar de las duras y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">desafiantes</span> respuestas que ha dado el senador. Claramente están en una situación no-cooperativa, en el dilema del prisionero.</strong></div><div align="justify">La respuesta del senador <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Zaldívar</span> en cuanto a la segunda solicitud de expulsión en su contra, presentada por la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">dirigencia</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">democratacristiana</span>, dirigida por la senadora Soledad <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Alvear</span>, es un una clara prueba de fuerzas al interior del partido entre dos bloques opositores.</div><div align="justify">En este sentido, tanto <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Alvear</span> (y toda la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">dirigencia</span>) como <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">Zaldívar</span>, tienen dos posibilidades de actuar en torno a la continuidad de éste último en la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">DC</span>: Cooperar uno con otro (retirándose la solicitud de expulsión, y no expulsando a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">Zaldívar</span> y así dar por saldada la crisis); o no cooperar (Expulsar a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">Zaldívar</span> a través del Tribunal Constitucional).</div><div align="justify">Si se retira la solicitud, y no se expulsa a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">Zaldívar</span>, los costos serán relativamente menores en comparación a la expulsión. La <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">DC</span> y la actual <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">dirigencia</span> se podrán mostrar como un partido flexible e internamente democrático, capaz de resolver las pugnas internas, sin llegar a tener que recurrir al <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">TC</span>, ni propiciando rupturas o expulsiones. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">Zaldívar</span> por otro lado, se mostrará como un elemento de alta influencia en el partido, y podría perfilarse nuevamente para alcanzar la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">dirigencia</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">DC</span>. </div><div align="justify">Si se mantiene la solicitud, y se expulsa a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">Zaldívar</span>, los costos para éste son claramente elevados, debido a lo difícil que se hace desarrollar nuevos referentes políticos, sin que exista la posibilidad de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">cooptación</span> o agonía política. </div><div align="justify">Por otro lado, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">Alvear</span> podría salir fortalecida, pero es probable que las críticas internas desde otras facciones, y por parte de la oposición aumenten, y se centren en los aspectos democráticos de su <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">dirigencia</span> en cuanto a los miembros <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">DC</span>, y también en cuanto a las políticas del gobierno y el desempeño de los parlamentarios.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"><strong>¿Quién traiciona a quién?</strong></div><div align="justify">Si la solicitud de expulsión se mantiene y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_25">Zaldívar</span> no es expulsado, esto implicará la derrota política interna de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_26">Alvear</span>, que la dejaría débil en cuanto a una eventual candidatura presidencial, tanto al interior de la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_27">DC</span>, como a nivel de la Concertación.</div><div align="justify">En ese escenario, y al estar en medio de una situación claramente no cooperativa, existirán constantes incentivos para romper el pacto entre <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_28">Alvear</span> y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_29">Zaldívar</span> y por lo tanto, es probable que las pugnas se agudicen aún más.</div><div align="justify">En el caso de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_30">Zaldívar</span> y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_31">Alvear</span>, es probable que la competencia <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_32">personalista</span> conduzca a un escenarios no cooperativo, con resultados inferiores (en cuanto a beneficios personales y políticos) a uno cooperativo. </div><div align="justify"></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
Periodista
Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-65328913649226915242007-11-27T13:32:00.001-03:002008-07-28T14:19:48.623-04:00Juan Carlos y Hugo: Ni Reyes ni tiranos<div align="justify"><strong>La polémica entre Juan Carlos y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Hugo</span>, uno rey y el otro presidente, y las diversas reacciones y opiniones que surgieron posteriormente, han dejado de manifiesto varias cosas: Nadie entiende la frase "ni reyes ni tiranos", y muchos de los que se proclaman contra el absolutismo, son capaces de justificar uno para defenderse de otro.</strong></div><div align="justify">En torno al "¿Por qué no te callas?" surgieron dos posiciones claramente identificables y contrapuestas en cuanto a los actores involucrados, pero ambas marcadas por una clara mentalidad de sometimiento y valoración inconsciente al absolutismo, ya sea como plebe o como prole, según sea el caso.</div><div align="justify">La actitud de plebe sometida, fue la de aquellos que defendieron la actitud de Juan Carlos, no sólo demostrando su aprecio con respecto a la persona del "rey", sino también, aunque sin darse cuenta, su extrema valoración y disposición con respecto a la monarquía como régimen político y de gobierno.</div><div align="justify">La postura de prole sometida, fue la respuesta de aquellos que defendieron la posición de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Chávez</span>, y el llamado proyecto Bolivariano, pero sin considerar ningún aspecto que potencialmente lo podría estar convirtiendo en un tirano, ahora o más adelante en Venezuela.</div><div align="justify">Ambas posiciones terminan por justificar, de un lado u otro, el absolutismo; ya sea el monárquico, con el propósito de hacer frente al potencial absolutismo del proyecto <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Boliviariano</span> -claramente <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">antimonárquico</span>- y el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">unipartidario</span>, para criticar las <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_5">estructuras</span> de privilegios que, de alguna u otra forma representa y simboliza cualquier monarquía, y que se despliegan en forma de oligarquías en nuestro continente.</div><div align="justify">Lo paradójico es que muchos de aquellos que constantemente enarbolan el discurso de la libertad y la democracia <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_6">republicana</span> para criticar el absolutismo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">chavista</span>, llegaron a manifestar que Juan Carlos seguía siendo el monarca para <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">Latinoamérica</span> (algunos llamándolo el rey espiritual), o que su frase era reflejo de su necesaria presencia para poner "orden" en nuestro continente, ante el "desorden" actual que significarían los gobiernos "plebeyos" y bolivarianos de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">Chávez</span>, Morales y otros. Sólo faltó que hablaran de <em>desorden en las colonias</em>.</div><div align="justify">Esta posición, surgida desde lo que podríamos considerar la plebe <em>"criolla",</em> en términos monárquicos, (incluso aquella que podría ser más <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">antimonárquica</span> si nos <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_11">basáramos</span> en los parámetros de la Revolución Francesa) tiene claros tintes <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">antilibertarios</span>, cargados de racismo y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">clasismo</span>, heredados de los tiempos coloniales. </div><div align="justify">Racista y clasista, porque según esta posición, Juan Carlos, por el hecho de provenir de la vieja Europa, de una familia monárquica y de fenotipo <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_14">caucásico</span>, tendría más legitimidad política y diplomática, para ejercer el poder y también ejercer el derecho de romper el protocolo frente a cualquier otro mandatario. </div><div align="justify">Lo anterior, se justificaría más aún según esta visión, en el caso de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">Hugo</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">Chávez</span>, que sería solamente un venezolano (un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">zudaca</span> para los ibéricos que son racistas), piel morena, de origen popular, que además osó acusar de actitudes imperialistas a algunas de las principales autoridades de la "vieja madre patria", <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_18">incluido</span> -aunque no directamente- el rey.</div><div align="justify">En este sentido, viejos resabios de la oligarquía realista y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">anti</span>-independentista (para mantener sus privilegios coloniales), que después de la emancipación rápidamente se hizo parte del poder político y económico <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_20">republicano</span>, afloraron con fuerza después del altercado en la Cumbre, no sólo entre algunos miembros de las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">elites</span> chilenas, sino que entre aquella burguesía de clase media, en muchos casos, con más tendencia a los absolutismos. </div><div align="justify"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">Antilibertarios</span>, porque lo claro es que la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">sobreexaltación</span> de la figura, estirpe y origen del monarca español, e incluso de su necesaria influencia en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">Latinoamérica</span>, por parte de algunos, tenía un único propósito; tener mayores argumentos discursivos contra <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_25">Chávez</span> y su proyecto bolivariano. </div><div align="justify">Sin embargo, lo único que han demostrado es que a muchos, poco les importa realmente el absolutismo como contraposición y peligro para la libertad de las personas, pero sí les importa quién lo ejerce, en cuanto al riesgo de mantener y proteger sus privilegios e intereses personales o de clase. </div><div align="justify">Es decir, les da lo mismo que exista absolutismo, siempre y cuando quien lo ejerza proteja los privilegios ya existentes. Cuando el riesgo de que arribe un absolutismo significa riesgo para dichos intereses, entonces se hace necesario contraponerlo con otro, sea cual sea.</div><div align="justify">Así, los que defendieron la orden de silencio de Juan Carlos, para atacar a quien consideran tirano, terminaron por lanzarse como súbditos ignorantes a los pies de figura del monarca, tal como lo hicieron los grupos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_26">anti</span>-independencia en toda América siglos antes.</div><div align="justify">Terminaron por exaltar otro símbolo del absolutismo, más fastuoso y elegante, pero absolutismo al fin y al cabo.</div><div align="justify">Terminaron por olvidar la frase que decía: Ni reyes ni tiranos.</div><div align="justify"></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
Periodista
Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-7578030658620918732007-11-14T17:50:00.001-03:002008-07-28T14:20:30.306-04:00Andrés Navarro, el mecenas ofendido de Lagos<div align="justify"><strong>La interpelación, hecha por Andrés Navarro, al <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">ex</span> presidente, Ricardo Lagos, donde le recordaba el haber aportado económicamente a su campaña, vuelve al tapete la necesidad de transparentar el financiamiento de las campañas políticas, para evitar la confusión de intereses.</strong></div><div align="justify">En nuestro país no existe transparencia en el financiamiento de las campañas políticas, por lo que no se sabe <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_1">quienes</span> entregan dinero, en cuánta cantidad y tampoco se sabe <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_2">quienes</span> lo reciben y en qué lo usan. </div><div align="justify">La interpelación hecha por Andrés Navarro a Lagos, demuestra que existe una alta posibilidad de que esta falta de transparencia, termine por anteponer intereses particulares por sobre el Bien Común. </div><div align="justify">Lo central sin embargo, es que los votantes comunes y corrientes, aquellos que carecen del poder y dinero suficientes, se encuentran en una clara desventaja en varios sentidos:</div><div align="justify">-En primer lugar, en cuanto a la elección misma, pues el nivel de información, entre el elector común y el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">financista</span>, es profundamente <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_4">asimétrico</span>, lo que implica que los últimos tendrán más posibilidades de elegir un candidato acorde a sus intereses en comparación a los primeros, que sólo estarían eligiendo en base a la buena fe.</div><div align="justify">-Segundo, como <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">financistas</span> y candidatos manejan mayor información mutua y de relevancia, en comparación al elector común, la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">representatividad</span> de los últimos en cuanto a sus intereses será más débil que la de los primeros, lo que claramente es profundamente <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">antidemocrático</span>. </div><div align="justify">-Tercero, y quizás lo más grave es que las asimetrías de información y capital, terminan por favorecer a quienes más dinero puedan donar, entregándoles la posibilidad de ejercer mayor presión sobre los candidatos una vez electos, en favor de sus intereses particulares y personales, en desmedro del interés común y colectivo. Es decir, se constituye una Plutocracia.</div><div align="justify">En definitiva, el mecenas político adquiere la posibilidad de presión previa y posterior con respecto a un candidato, es decir en su condición de candidato y de funcionario público, lo que genera mayores probabilidades de corrupción, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">clientelismo</span>, concesiones poco transparentes, pagos irregulares y nepotismo.</div><div align="justify">Por lo mismo, se hace necesario limitar el nivel de gasto electoral y transparentar el financiamiento de las campañas, dando a conocer públicamente <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_9">quienes</span> son los <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">financistas</span>, a <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_11">quienes</span> entregan dinero, en qué cantidades y con qué fines. </div><div align="justify">Sólo así podremos saber si nuestros políticos y candidatos electos, legislan y actúan en base a principios, ya sea éticos o legales, y no en base a la cantidad de dinero que quieren asegurar para la próxima reelección o para sus bolsillos, defendiendo los intereses de sus mecenas. </div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
Periodista
Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-69321954289413301742007-11-13T09:22:00.001-03:002008-07-28T14:21:11.246-04:00América Latina, Mercado y Estado<div align="justify"><strong>Actualmente en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Latinoamérica</span>, la matriz <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Neoliberal</span> -originada a partir del desmantelamiento del modelo Estatal/Popular- se encuentra ante una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">revaloración</span> de este último, debido a las demandas sociales, políticas y económicas que no ha logrado resolver del todo.<br /></strong>El proceso de transformación del Estado, iniciado por el paso desde una matriz estatal/popular -característica a mediados de los 50´ del siglo pasado- a una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">neoliberal</span>, a través de las políticas de liberalización y desmantelamiento iniciados en los 7º´, implicó que la política pierda su lugar privilegiado como eje fundamental de la sociedad.<br />El Estado dejó de ser el centro constitutivo de lo social, en base al principio que planteaba que sería el modelo económico -y no la actividad política ejecutada a través del Estado- el que en definitiva resolvería las demandas sociales, políticas o económicas, no resueltas por la antigua matriz estatal-popular.<br />En otras palabras, la nueva matriz centraba en el tipo de modelo económico, el Mercado, -sin importar el tipo de modelo político- su eje para la resolución de los problemas sociales.<br />En este sentido, el Estado sólo debía ser el garante de la implantación del nuevo modelo económico y no un actor importante en la resolución de dichas demandas a través de sus políticas públicas.<br />Por lo tanto, ya no se esperaba del Estado mismo ni de los partidos políticos, sino del Mercado como modelo en sentido global, la resolución de los problemas sociales como la pobreza.<br />Sin embargo, lo que en principio buscaba romper la relación de dependencia entre los ciudadanos, los partidos y el Estado, para resolver dichos problemas, en muchos casos terminó por generar profundos problemas de representación política y desigualdad económica.<br />Esto ha incentivado en el último tiempo crecientes demandas por redistribuir el poder económico, político y social en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Latinoamérica</span>, debido a los problemas sociales que aún aquejan a millones en el continente, lo que se traduce en la incapacidad de resolverlos, por parte de la matriz imperante. </div><div align="justify">Esto incide en el surgimiento de una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">revaloración</span> por parte de algunos actores, de la antigua matriz estatal-popular, a través de la cual plantean <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">reasignar</span> al Estado el rol como centro de lo político y social, para el desarrollo de reformas para la resolución de las demandas sociales.<br />En muchos casos, se plantea incluso una reversión total del modelo económico, y por lo tanto, de todo el eje social, constituido a partir de la nueva matriz <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_7">socio-política</span>, lo que genera asperezas entre quienes buscan mantenerlo y quienes propugnan cambios, ya sea profundos o superficiales. </div><div align="justify">Se produce la pugna entre la política -materializada en la institución del Estado- y la economía -materializada en el Mercado- en cuanto a la preponderancia e importancia para resolver los problemas sociales no resueltos.<br />Es probable que esta <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">revaloración</span> continué su expansión mientras las demandas políticas, económicas y sociales no sean del todo resueltas.<br />El dilema de todo esto es cómo generar una conjunción entre el papel del Estado como eje social, y un modelo de Mercado que genere equidad distributiva, dentro de un marco donde se respeten las libertades y derechos individuales, sin caer en la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">cooptación</span>, el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">clientelismo</span>, la corrupción y el anquilosamiento político o económico. </div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
Periodista
Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-15179699378430886652007-11-09T15:26:00.001-03:002008-07-28T14:21:54.217-04:00Justicia como Equidad o Cohesión Social ¿Qué va primero?<div align="justify"><strong>La <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">XVII</span> Cumbre Iberoamericana de Naciones, tiene como principal desafío el compatibilizar crecimiento económico, con mejores democracias y mayor equidad social. Sólo así se podría alcanzar una verdadera Cohesión Social.</strong></div><div align="justify">Actualmente, en muchos sentidos América Latina carece de cohesión social; a nivel de acceso a bienes básicos, educación, atención médica, o participación política es claramente escasa, incluso a nivel de barrios, la segregación es notoria.<br />El lema de la actual Cumbre, donde se congregan diecinueve Estados de América Latina, además de España, Portugal y Andorra, es la <strong>Cohesión Social.</strong> En este sentido,<strong> </strong>la pregunta clave es:</div><div align="justify"><strong>¿La entienden de la misma forma todos los asistentes a la Cumbre? </strong></div><div align="justify">La respuesta es no, pues parecen existir dos usos en pugna constante acerca de lo que implica la Cohesión Social, basados en la constatación del consenso y el conflicto en la sociedad. </div><div align="justify"><strong>En el primer uso</strong>, la cohesión social se traduce en una visión que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">prioriza</span> ciertas libertades -no todas- y se centra en el desarrollo económico, descuidando gravemente otras fuentes importantes para la libertad y el desarrollo de una nación. </div><div align="justify">Lo anterior se traduce en <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_2">rigidez</span> institucional y social, donde se termina por mantener las condiciones actuales, desiguales y poco inclusivas, dentro de marcos legales, económicos, políticos y estatales, supuestamente legítimos y naturalizados, sin propiciar cambios beneficiosos ni profundos a nivel social. </div><div align="justify">En este sentido, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">discursivamente</span> se hace constante omisión del conflicto social que genera el problema de la desigualdad, sin afrontarlo ni corregirlo, ya sea para mantener las estructuras económicas, los privilegios o simplemente para mantener en el poder político. </div><div align="justify">La <strong>Cohesión Social</strong> se traduce entonces en una esquizofrenia del consenso-conflicto, puesto que cualquier intento por reformar algún aspecto de lo social, económico o político que genera roces, es considerado conflictivo y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">riesgoso</span> para el Estado de Derecho, la Libertad, el <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_5">desarrollo</span> económico, para el consenso social que en realidad no es tal. </div><div align="justify">Este primer uso, valora la estructura de una sociedad estratificada, donde ciertas <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">elites</span> controlan y dirigen todas las esferas del poder, las cuales <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">hegemonizan</span>, mientras el resto de la sociedad queda dispuesto a sus decisiones, mediante un falso consenso electoral.</div><div align="justify"><strong>El segundo uso</strong> tiene relación con la pretensión -en muchos casos radical- de ampliar las esferas del poder político, económico y social, por ciertos sectores de la sociedad, originado por la mala distribución de la riqueza, la desigualdad social, económica y política.</div><div align="justify">En este sentido, siempre está relacionado al primero, puesto que surge como respuesta ante el anquilosamiento y la falta de instancias de diálogo y acuerdos entre los diversos actores sociales, debido a la poca inclusión política y social.</div><div align="justify">Por lo mismo, la Cohesión Social también se hace parte de la esquizofrenia del consenso, puesto que éste segundo uso, pasa a convertirse en un discurso debilitado por las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">elites</span> dominantes, lo que genera una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">radicalización</span> del mismo.</div><div align="justify">En muchos casos este discurso, puede agudizar o desencadenar el conflicto social de forma aguda, lo que en definitiva termina por hacer imposible la cohesión, pues terminan por agotarse los incentivos para su desarrollo, por parte de los actores que pueden generarlo.</div><div align="justify">Ambos discursos conviven en una misma situación social de consenso-conflicto, <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_10">haciendo</span> que la verdadera <strong>Cohesión Social</strong> no se desarrolle. </div><div align="justify"><strong>Justicia Distributiva</strong><br />Podemos decir entonces, que la Cohesión Social no debe ser entendida como una sociedad estratificada, ni tampoco como una sociedad militarizada, sino más bien como una donde las diferencias sociales y económicas entre los sujetos sean bajas, pues existen oportunidades y accesos iguales para toda la población. En definitiva, una sociedad equitativa y desarrollada. </div><div align="justify">Lo anterior no implica que, como algunos ignaros mal entienden, todos deban ganar el mismo dinero o perder su propiedad, sino más bien que se desarrollen prácticas, instituciones e instancias donde se ejerza la cohesión social, en un marco cooperativo, solidario y también competitivo.</div><div align="justify">La <strong>Cohesión Social</strong> entonces, requiere el desarrollo de la<strong> Justicia</strong>,<strong> </strong>entendida como equidad, siguiendo a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">John</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">Rawls</span>. Es decir, se hace posible sólo en un escenario equitativo y sin desigualdades sociales, económicas y políticas profundas. </div><div align="justify">Lo anterior, porque las fuentes de conflicto social, han sido disminuidas o abolidas, dentro de un sistema donde, tanto la libertad como la igualdad de los sujetos, están garantizadas.</div><div align="justify"></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-73194315356227547872007-11-07T14:56:00.001-03:002008-07-28T14:22:35.239-04:00Pastilla del día después: Libertad de conciencia para no venderla, pero sí para fabricarla<div align="justify"><strong>En las últimas semanas se ha hablado a destajo de la “libertad de conciencia” para plantear que el Gobierno chileno estaría en contra de ésta, al obligar a las farmacias a tener en su <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">stock</span> de productos, la llamada <em>Píldora del día después</em>. </strong><strong>Lo contradictorio es que ninguno de los que cuestiona la medida, critica a los laboratorios por fabricarla.<br /></strong>Cuando el Ministerio de Salud amenazó con sancionar a las farmacias que se negasen a vender la Píldora del día después- por estar dentro del Formulario Nacional de Medicamentos- lo primero que algunos hicieron para criticar la medida, fue hacer mofa de la tremenda sintonía, que dijo tener la Presidenta <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Bachelet</span>, con el Papa luego de su visita al Vaticano. </div><div align="justify">Incluso algunos, que antes pedían aplicar el máximo rigor de la ley, acusaron de dictatorial la medida por su carácter de obligatoria.<br />El principal argumento, utilizado a destajo por quienes criticaron la orden del Ministerio de Salud, ha sido hablar de la <em>libertad de conciencia</em>, a la que tendrían derecho las farmacias –aún cuando éstas en realidad no la tienen por ser personalidades jurídicas y no naturales-.<br />El argumento parece ser eficaz pero es profundamente contradictorio en varios puntos:<br /></div><div align="justify">Primero, es extraño que los dueños de las farmacias, sí tengan las píldoras guardadas en sus bodegas, aún cuando no tenían pensado venderlas por un tema de “conciencia”. Sería como tener droga guardada para venderla, aunque en realidad no quiera.<br /></div><div align="justify">Segundo, muchos han confundido la libertad de conciencia con la de empresa, aunque en ningún caso se ha pasado a llevar la segunda, puesto que no se obliga a vender, sino que a tener en el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">stock</span> de productos disponibles. No se obliga ni a promocionar, ni a ofrecer, sólo a tenerla disponible para quien la solicite. </div><div align="justify">Tercero, se ha dicho que la orden no tienen respaldo legal, y que exigir un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">stock</span> de productos, no tiene valor, lo que estaría dejando al arbitrio del Estado y no del público qué se vende y qué no.</div><div align="justify"></div><div align="justify">Este argumento, es de doble filo, puesto que si se le resta importancia a la normativa emanada de la autoridad, entonces se abre la posibilidad de que arbitrariamente en el futuro, las farmacias se nieguen por diversas motivaciones ideológicas o económicas, a vender otros medicamentos, poniendo en riesgo la vida de las personas. </div><div align="justify">Cuarto, los espontáneos defensores de la libertad de conciencia, en ningún caso han cuestionado a los laboratorios y farmacéuticas que fabrican el producto, que –bajo un razonamiento lógico- serían los principales culpables por hacer que exista la Píldora. </div><div align="justify">Sin embargo, hacerlo demostraría que en muchos casos, son los privados, y no el Estado, los culpables de ciertos males, lo que haría estragos en su discurso <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">anti</span>-Estado, intervención y regulación. </div><div align="justify">Más débil se vuelve el argumento -sobre todo para criticar la tremenda sintonía de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">Bachelet</span> con el Papa- si se considera que el 29 de octubre el mismo Pontífice se reunió con los químicos farmacéuticos del mundo, para defender la libertad de conciencia.<br />Lo contradictorio es que es muy probable que estuvieran representantes de los grandes laboratorios, que en ningún caso han suspendido la producción de la Píldora para luego comercializarla, aún después de haber estado en el Vaticano. </div><div align="justify">Tremenda sintonía entre las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">farmacéuticas</span> y el Papa. </div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-25546654945216911362007-11-05T12:24:00.001-03:002008-07-28T14:23:05.187-04:00La confianza en la Medicina agoniza<div align="justify"><strong>Actualmente, la actividad médica ya no concibe al enfermo como paciente, sino como consumidor, haciendo que las bases filosóficas y éticas en que se sustentaba la Medicina, como la confianza, la <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_0">filantropía</span> y el compromiso ético, estén perdiendo fuerza.</strong></div><div align="justify">Antiguamente<em><strong>,</strong></em> la relación entre paciente y médico<strong> </strong>se basaba en la confianza que depositaba el primero con respecto al segundo, en cuanto a su propia vida. Es decir, la Medicina surgió como un acto de buena fe entre los seres humanos, donde lo que se transaba en términos simbólicos, era el bien más preciado que tiene un ser, la vida. </div><div align="justify">Esa transacción no significaba la perdida de la existencia por parte del enfermo, sino su retorno y recuperación, a través de la ayuda del sanador, curandero o médico.</div><div align="justify">El enfermo entonces, bajo absoluta confianza como receptor de la atención médica, se volvía un sujeto pasivo con respecto a su propia salud y vida, delegándole a otro sujeto activo la tarea de mejorarla y preservarla. </div><div align="justify">En ningún caso este proceso estaba mediado por transacciones monetarias específicas, sino más bien simbólicas como el prestigio, la buena fe, cuyo fin esencial era la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">sobrevivencia</span>. </div><div align="justify"><strong></strong></div><div align="justify"><strong>Vida sin cheque en garantía<br /></strong>El paso desde la concepción de pacientes a clientes, plantea una ruptura en la base <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">fundante</span> de dicha relación entre médicos y personas, al desvanecer la idea de compromiso permanente, desinteresado y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">focalizado</span> en un único fin -preservar la vida- por parte de los primeros, y un vacío en cuanto al valor del sujeto mismo como receptor de la Medicina. </div><div align="justify">Lo esencial, es que el nuevo consumidor de salud, queda en un limbo entre su antiguo epíteto de paciente y su nueva condición de cliente, debido a que se mantienen las estructuras simbólicas y discursivas de la relación entre paciente-médico, pero dentro de un marco institucional donde la base de dicho nexo no es la vida en sí, sino la transacción de un bien material o monetario. </div><div align="justify">La relación médico-paciente, originalmente basado en la buena fe y la primordial mantención de la vida, se convierte en un nexo <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_4">contractual</span> definido esencialmente por la capacidad de pago del paciente. </div><div align="justify">El médico entonces ejerce su ética y responsabilidad, no en base a la vida de sus pacientes, sino más bien en base al pago que éstos generan para recibir atención médica. </div><div align="justify">En el ámbito de las consultas particulares, ésta noción se exacerba, generando vacíos en cuanto a los derechos a los que debe acceder todo paciente, como consumidor, y los deberes del médico con éstos, desde el respeto y buen trato hasta una atención ética por parte de los facultativos y su equipo en general. </div><div align="justify">En este sentido, el paciente, aunque ahora es considerado un consumidor, en la práctica carece de los instrumentos legales, institucionales y discursivos para ejercer tal condición.<br />En otras palabras, en cuanto a sus derechos, el paciente es aún considerado un sujeto pasivo, impedido de ejercerlos y reclamarlos.</div><div align="justify">Esa es la contradicción del discurso médico imperante.</div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-73973831266744116502007-11-01T13:13:00.001-03:002008-07-28T14:24:03.973-04:00Política, Presidentas y Discurso de Poder<div align="justify"><strong>Más allá de las evaluaciones y consideraciones que existan en torno a sus liderazgos y gobiernos, la existencia de mujeres presidentas en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Latinoamérica</span>, indica que el discurso del poder, esencialmente masculino, está en transformación. </strong></div><div align="justify">Primero fue <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Michelle</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Bachelet</span>, y ahora Cristina <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Fernández</span>. La elección de la última como presidenta de la República Argentina, demuestra que las bases constitutivas del discurso del poder están cambiando en todo el continente.</div><div align="justify">A diferencia de lo que algunos piensan, la elección de la señora K, como presidenta dista mucho de la situación de Evita <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Perón</span>. Esto, porque la segunda, desenvolvió su cargo en una época donde ejercían supremacía total los <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_5">parámetros</span> discursivos de poder de orden masculino.</div><div align="justify">Cristina <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Fernández</span>, al igual que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Bachelet</span>, también opera bajo dichos <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_8">parámetros</span>, aunque ahora éstos son atravesados por diversos discursos que plantean una <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_9">desestructuración</span> de sus bases constitutivas como eje del actuar político. </div><div align="justify">Lo anterior no implica que algunos aún conciban la Política como una actividad de exclusividad para los hombres, sino más bien, que la Política se vuelve volátil como significante, en cuanto a cuáles son las formas en que se lleva a cabo, y <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_10">quienes</span> son sus legítimos sujetos de acción. </div><div align="justify">En otras palabras, se produce la pugna por definir del discurso Político en cuanto al poder en base al género.</div><div align="justify">En este sentido, como hablamos de un discurso que se vuelve relativamente volátil, no podemos referirnos en términos absolutos a las posiciones que juegan los actores en torno a éste, menos aún basándonos en su género. </div><div align="justify">Así, en muchos casos veremos que las mujeres ejercen con mayor fuerza una actitud definida como "machista", tratando de llevar la política a sus parámetros tradicionales. En otros, veremos que los hombres, visualizan cómo algo positivo potenciar el balance de género en cuanto a definir los nuevos parámetros en que se actúa en Política.</div><div align="justify">La actividad política puede verse fortalecida o debilitada por esta transformación discursiva; y eso dependerá de la capacidad de los actores de visualizar los dividendos que la misma discusión genera y de la forma en que se constituirá finalmente el nuevo discurso del poder. </div><div align="justify">El cómo se constituya dicho <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">aparataje</span> discursivo definirá finalmente a los sujetos y prácticas de la futura Política. Lo único claro es que ese resultado se apreciará en varias generaciones más.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-26697098157535952482007-10-26T09:19:00.001-03:002008-07-28T14:24:51.096-04:00Diálogo Laboral: ¿Quiénes lo distorsionan?<div align="justify"><strong>La discusión en torno al llamado Diálogo Laboral, con que se pretende mejorar las condiciones de negociación de los trabajadores con sus empleadores, mediante el fortalecimiento de los sindicatos, ha demostrado que el problema está en que los actores involucrados no saben negociar y producen mucho ruido en términos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">comunicacionales</span>.<br /></strong>Es claro que sólo un mínimo de los trabajadores en Chile está <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">sindicalizado</span> o está en sindicatos débiles o atomizados dentro de una misma empresa, porque está tiene un centenar de razones sociales que impiden a éstos exigir sus derechos. En la mayoría de los casos, se les despide por intentar organizarse.<br />El Diálogo Laboral pretende cambiar este tipo de prácticas –poco éticas, de claro tinte abusivo y explotador, además de subdesarrollado – mediante la disminución de las asimetrías y distorsiones, entre trabajadores y empleadores en cuanto a la negociación colectiva <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">interempresas</span>. Para esto es clave, fortalecer los sindicatos existentes, y más importante aún, permitir a los trabajadores, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">sindicalizarse</span>.<br />Sin embargo, la respuesta inmediata de un sector del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">empresariado</span>, no fue a favor del diálogo, sino a plantear una oposición rotunda ante la iniciativa, diciendo que “en Chile puede ser muy nefasta”<a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=16782059&postID=2669709815753595248#_ftn1" name="_ftnref1">[1]</a> y calificando el actuar del ministro del Trabajo, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">Osvaldo</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Andrade</span> como “acciones laborales de fuerza”<a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=16782059&postID=2669709815753595248#_ftn2" name="_ftnref2">[2]</a>.<br />Por lo mismo, y tras darse a conocer las actas de la Sociedad de Fomento Fabril (<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">SOFOFA</span>), el gobierno ordenó a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">Andrade</span> restringir el proyecto de negociación colectiva, que incluía la negociación colectiva y la eliminación del reemplazo en caso de huelga.<br />Consecuente a su postura contraria a cualquier tipo de diálogo, la misma Confederación de la Producción y el Comercio (<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">CPC</span>), en cuanto a las modificaciones a la ley laboral que propone el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">multidisciplinario</span> Consejo asesor para la equidad, las calificó de "inadecuadas e inconvenientes"<a title="" style="mso-footnote-id: ftn3" href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=16782059&postID=2669709815753595248#_ftn3" name="_ftnref3">[3]</a>. </div><div align="justify">Sin embargo, durante la cena de la Sociedad de Fomento Fabril, el mismo Alfredo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">Ovalle</span>, aseguró que algunos empresarios "muy pocos son malos", en alusión al discurso con respecto al Diálogo Laboral, hecho por la Presidenta <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">Michelle</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">Bachelet</span> durante el mismo evento, donde se planteaba el rol de los empresarios en cuanto a mejorar las condiciones laborales y de negociación de los trabajadores.</div><div align="justify">Pero ésto genera una dualidad en torno al tema del Diálogo, que claramente produce ruido -hablando en términos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">comunicacionales</span>- entre los actores involucrados. Por un lado se crítica la Política Pública y el debate, ejerciendo la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">discrecionalidad</span> en torno a éste; y por otro se asume una posición de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">autovaloración</span> en cuanto al rol que se cumple, pero sin hacerlo efectivo. </div><div align="justify">Considerando lo anterior, es claro que cuando el ministro del Trabajo, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">Osvaldo</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">Andrade</span>, ha indicado que existe contradicción en el discurso del gran <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">empresariado</span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn4" href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=16782059&postID=2669709815753595248#_ftn4" name="_ftnref4">[4]</a> ante las propuestas del Gobierno de mejorar el diálogo laboral, está señalando que éste en la praxis no es claro, pues han dado a entender que no pretenden escuchar a los trabajadores, menos negociar con ellos.<br />Contradictorio discurso, porque son ellos quienes constantemente enarbolan el discurso del Estado de Derecho, la legalidad y la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">institucionalidad</span>, cuando de otras cuestiones se trata, pero pretenden dejar a criterio personal el respeto de los derechos de los trabajadores y no a criterios legales. </div><div align="justify">El mismo criterio se aplicó cuando se habló de sueldo ético, al decir que era un tema de conciencia y no de legalidad, como si todos los empleadores respetaran los derechos de sus trabajadores.</div><div align="justify">Incluso, los medianos y pequeños empresarios son constantemente víctimas de esa visión, que genera abuso y el no cumplimiento de acuerdos, y peor aún, ineficiencia económica.</div><div align="justify">Lo peor, es que la clave del tema, establecer nexos comunicativos, se rompe, debido al excesivo ruido que generan estas actitudes, que demuestran un falta de criterio cuando se trata de negociar.</div><div align="justify"><br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=16782059&postID=2669709815753595248#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-size:78%;color:#000099;">[1]</span></a><span style="font-size:78%;color:#000099;"> Alfredo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">Ovalle</span>, presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">CPC</span>).<br /></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=16782059&postID=2669709815753595248#_ftnref2" name="_ftn2"><span style="font-size:78%;color:#000099;">[2]</span></a><span style="font-size:78%;color:#000099;"> Fernando <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">Léniz</span>. La Tercera, 30 de septiembre 2007<br /></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn3" href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=16782059&postID=2669709815753595248#_ftnref3" name="_ftn3"><span style="font-size:78%;color:#000099;">[3]</span></a><span style="font-size:78%;color:#000099;"> La Tercera, 2-10-2007.<br /></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn4" href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=16782059&postID=2669709815753595248#_ftnref4" name="_ftn4"><span style="font-size:78%;color:#000099;">[4]</span></a><span style="font-size:78%;color:#000099;"> El pequeño y mediano no se sienten representados por éstos.</span></div><div align="justify"><span style="font-size:78%;color:#000099;">[5] Pedro Corona, presidente de la Cámara Nacional de Comercio.</span></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
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Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-351781512209449082007-10-17T12:39:00.001-03:002008-07-28T14:25:52.485-04:00Oposición cooperativa v/s oposición desestabilizadora<div align="justify"><strong>El <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Bacheletismo</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Aliancista</span> acuñado por el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">ex</span> candidato presidencial, Joaquín <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Lavín</span>, plantea un dilema en cuanto a cómo realizar la política; entre ejercer una oposición cooperativa o una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">desestabilizadora</span>, con respecto al gobierno de turno.</strong></div><div align="justify">Lo más novedoso de esta distinción (<em>división</em>), es que surge en el seno de la Derecha chilena, marcada históricamente desde la independencia, por un hacer político -en cuanto oposición- sumamente duro, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">desestabilizador</span>, poco cooperativo y carente de proyectos país. Lo que podemos llamar la oposición <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">desestabilizadora</span>.</div><div align="justify">La <em>Tesis del desalojo</em>, enarbolada por Andrés <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Allamand</span>, se circunscribía perfectamente en esa forma de ejercer oposición, centrándose esencialmente en las fallas del gobierno -muchas de ellas ciertas y graves- pero sin proponer nada diametralmente distinto en términos Políticos (con mayúscula refiriéndome a la Real <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">Politik</span>). </div><div align="justify">Esa estrategia del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">continuismo</span>, se ve reflejada en el discurso de la "alternancia", que no es más que la pretensión de reemplazar a los actores que administran el Estado y detentan el poder, pero que en ningún caso plantea resolver demandas sociales como la mala distribución de la riqueza.</div><div align="justify">El máximo objetivo -y marco de acción de esta política- es lograr la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">desestabilización</span> del gobierno mediante la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">deslegitimación</span> del sector gobernante con respecto a la ciudadanía en general. </div><br /><strong>Quijotadas<br /></strong><div align="justify"></div><div align="justify">El <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">Bacheletismo</span>-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">Aliancista</span> o el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Aliancismo</span>-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">bacheletista</span>, rompe con esa lógica de oposición <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">desestabilizadora</span> y plantea -ambiciosamente- transformarla en una de carácter cooperativo, al modo de países europeos como Francia, Alemania, aunque es probable que el foco esté centrado en el modelo estadounidense de hacer política, entre republicanos y demócratas. Quizás esa es la pretensión de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">Lavín</span>.</div><div align="justify">En este sentido, una oposición cooperativa, a diferencia de la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">desestabilizadora</span>, debe plantear un proyecto país, con cambios o reformas profundas, más allá de la sola transferencia del poder, y por lo tanto, extenderse más allá de los gobiernos de turno y las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">elites</span> políticas que controlan el Estado en un momento determinado. </div><div align="justify">Por lo tanto, esta c<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">ooperación</span> no debe ser similar al Consenso entendido en Chile (haciendo vista gorda a contradicciones como la desigualdad social, la precariedad del trabajo, entre otras), sino más bien acordando enfrentar esos problemas en conjunto, pero teniendo presente que son reales, profundos e imperiosos de resolver.</div><div align="justify">En este sentido, el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">Bacheletismo</span>-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">aliancista</span>, parece tener más concordancia con el Pacto Social que propuso la Presidenta <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">Bachelet</span>, que con la lógica de oposición que ha tenido la Derecha en el último tiempo.</div><div align="justify">Tal pretensión puede tener altos costos para el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">ex</span> candidato -quedar absolutamente solo-, considerando la rigidez ideológica de su partido (<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_25">UDI</span>) y lo poco conveniente que es está posición para <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_26">RN</span> en estos momentos (sólo en estos momentos) cuando la lógica de la oposición <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_27">desestabilizadora</span> se hace útil. </div><div align="justify">Sólo en estos momentos, porque cuando el gobierno de turno está bien, entonces la oposición se vuelve parasitaria, se quiere ser del gobierno, aunque no se esté de acuerdo con éste. </div><div align="justify">Sería bueno recordar que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_28">Piñera</span> se mostró, en algún momento, incluso dispuesto a establecer relaciones de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_29">gobernanza</span> con Soledad <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_30">Alvear</span>, en plena campaña electoral. </div><div align="justify">Quizás sería mejor recordarle a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_31">Piñera</span> sus asados con <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_32">Michelle</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_33">Bachelet</span> en el lago <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_34">Caburga</span>.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
Periodista
Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-83463192556819681492007-10-16T13:11:00.001-03:002008-07-28T14:27:09.997-04:00¿Izquierdización o desderechización?<div align="justify"><strong><em>Después del Congreso Ideológico de la Democracia Cristiana, y los diversos planteamientos que se hicieron durante la jornada realizada durante el fin de semana, se ha comenzado a hablar de una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">izquierdización</span> del “centro político” que representaría la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">DC</span>.<br />La pregunta es qué entienden por <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">izquierdización</span> y centro, los actores que han emitido éstas declaraciones de sumo alarmistas e incluso exageradas. </em></strong></div><div align="justify"></div><div align="justify">Lo más importante de todo lo anterior, es evitar catalogar <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">apresurada</span>, peyorativa, errada y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">tendenciosamente</span>, propuestas de políticas o reformas, que pueden ser beneficiosas para la sociedad en general, en el corto o largo plazo. </div><div align="justify">Debe quedar claro que el epílogo -peyorativo- de “<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">izquierdización</span>” tiene su raíz en un discurso que, erróneamente, considera a cualquier planteamiento que proponga cambiar (o simplemente reformar) el sistema económico, laboral, electoral, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">previsional</span>, impositivo o salarial, como una amenaza al Estado de Derecho, el sistema económico y político, la estabilidad y el orden. </div><div align="justify">En realidad, cuando algunos actores hablan de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">izquierdización</span>, más bien están confundiendo el mantenimiento de ciertos privilegios, con la protección a la democracia, el mantenimiento del centro político, la estabilidad <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">macroeconómica</span>, el orden social e institucional. </div><div align="justify"></div><div align="justify">Por esto, dentro de éste discurso, cualquier reforma en éstas dimensiones, por ínfima que sea, y aunque esté a favor de la salud, educación, la vivienda y el estómago de los más <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_9">desvalidos</span>, siempre es vista como <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">riesgosa</span>, ilegítima y contraria a la propiedad, la inversión y la "buena imagen del país". </div><div align="justify"><br /><strong><em>No confundir bolsillos con Bien Común</em></strong></div><div align="justify">El cónclave de la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">DC</span>, propuso una reforma el sistema político –incluso la creación de un parlamento <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">unicameral</span>-, eliminación del lucro en la educación subvencionada, y enfrentar los altos niveles de desigualdad. Todo esto, fue catalogado de “<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">izquierdización</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">riesgosa</span>” por algunos líderes de la oposición al gobierno <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">concertacionista</span>.<br />No se trata aquí de reconocer o no, si se es de izquierda o derecha, sino de entender cuándo usamos éstas distinciones, con qué objeto y cuál es la relación entre éstas y las políticas públicas o proyectos de país que se defienden en determinados momentos. </div><div align="justify">He ahí la clave de todo el asunto.</div><div align="justify">Reformar el sistema político, no necesariamente es una política de izquierda. Cualquier país medianamente desarrollado puede pretender dichos cambios en favor de mayor eficiencia política y legislativa, dentro de un marco institucional de negociación eficaz.</div><div align="justify">Lo anterior, es aún más claro en cuanto a superar los niveles de desigualdad y mejorar la equidad económica, política y cultural en una sociedad, lo que en definitiva se traduce en más eficiencia productiva-adaptativa, crecientes niveles de consumo y mayor <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">emprendimiento</span> a nivel general. </div><div align="justify">En este sentido, todos los países desarrollados han debido pasar por fases de profundas reformas -de "<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">izquierdización</span>" si usamos el lenguaje de los exagerados-, en que los gobiernos han debido sortear la reacción de ciertas <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">elites</span> y oligarquías, para poder avanzar en sus propuestas y mejorar las estructuras e instituciones de toda la sociedad. </div><div align="justify">En la mayoría de los casos, esas propuestas, en sus inicios fueron consideradas utópicas, extremas e <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">izquierdizadas</span>, incluso destructivas. En mirada retrospectiva, en su mayoría son consideradas buenas decisiones, que favorecieron el bien común.</div><div align="justify">Chile, tampoco ha estado ajeno a ese tipo de situaciones. Un ejemplo, la nacionalización y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">chilenización</span> del cobre, hoy en día, no sería considerada una propuesta <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">riesgosa</span> o <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">izquierdizada</span>. </div><div align="justify">Sin embargo, en los años en que se propuso dicha política, muchos actores dijeron que eso era extremo, populista, además de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">riesgoso</span> para la inversión y la estabilidad política del país.</div><div align="justify">Lo clave en todo esto, es que no se debe confundir la estabilidad del sistema con la rigidez institucional de éste, política y económicamente. </div><div align="justify">Tampoco se debe confundir el balance de poder, con el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">stato</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_25">quo</span> político y social. La democracia es dinámica, no rígida, esa es su virtud.</div><div align="justify">En todo caso, si mejorar las condiciones de vida, trabajo, sueldo, vejez, educación y participación política de la ciudadanía, son símbolo de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_26">izquierdización</span>, entonces la política chilena aún está muy a la derecha.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
Periodista
Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-18623809347370802442007-10-01T21:06:00.001-04:002008-07-28T14:28:33.884-04:00Partidos más, partidos menos...<div align="justify"><strong>Una verdadera democracia no se basa simplemente en la existencia de muchos partidos, sino más bien de una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">institucionalidad</span> -formal e informal- que permita generar incentivos para que la ciudadanía, como base del sistema electoral, quiera y pueda participar del juego democrático.</strong></div><div align="justify">En el último tiempo -como una especie de punto de fuga ante el anquilosamiento del sistema electoral chileno en términos de participación e inclusión- se han propuesto diversos nuevos partidos, que plantean romper con las lógicas partidarias negativas existentes, que tanto desprestigio han traído a la política en general.</div><div align="justify">En la mayoría de los casos, los líderes de éstos embriones de partido, provienen del mismo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">aparataje</span> partidario que <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_2">critican</span>, y del cual hicieron usufructo desarrollando sus carreras políticas.</div><div align="justify">Dichos proyectos se basan en una crítica <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">focalizada</span> en la clase política, las estructuras en que se sustentan -<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">clientelismo</span>, nepotismo, plutocracia- y una constante apelación a la ciudadanía como actor necesario y principal de la vida política.</div><div align="justify">Por lo anterior, los futuros partidos están marcados por rupturas -en muchos casos <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_5">irreconciliables</span>- entre sus líderes y sus antiguas bancadas, donde también se ven "arrastrados" un número no menor de militantes. Son conocidos los casos de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Ávila</span>, Flores o <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Schaulsohn</span>, y los proyectos País V y el ahora en boga Chile Primero.</div><div align="justify">Debido a ese proceso de "arrastre y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">desmembramiento</span>" de militantes, lo que se produce es una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">reestructuración</span> de las relaciones <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">clientelares</span> existentes en el partido <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">nodrizo</span>, que se posicionan como las principales en el nuevo, en torno al líder <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">rupturista</span>. </div><div align="justify">Así, militantes de menor importancia en el partido tradicional, tienen la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">chance</span> de obtener una posición de prominencia en la nueva organización política, debido a la mayor cercanía con el nuevo líder único y la menor cantidad de miembros la ser un partido en ciernes. </div><div align="justify">Lejos de ser esto una apertura democrática -como algunos podrían pensar- lo que se produce es simplemente un subconjunto del partido mayor, donde se repiten las mismas lógicas elitistas, sectarias, de nepotismo y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">clientelismo</span>. </div><div align="justify">En términos de comportamiento político, tanto los líderes como los militantes que vienen con éste, arrastran las prácticas desarrolladas en el viejo partido y terminan por reproducirlas y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">sedimentarlas</span> en el nuevo, <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_16">dejando</span> -en muchos casos- fuera de la toma de decisiones a los realmente nuevos miembros.</div><div align="justify">La mejor lógica para ampliar la democracia es fortalecer la Sociedad Civil y organizarla en pro de demandas específicas.</div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
Periodista
Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-16782059.post-52027251144475701782007-09-28T22:02:00.002-04:002008-08-26T11:11:50.869-04:00Trabajo, la mejor prevención del delito<div align="justify"><strong>El anuncio de las políticas <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">anti</span>-delincuencia se han centrado mayoritariamente en acciones posteriores a la comisión de un delito, y poco a prevenir éstos, aún cuando se sabe que el trabajo carcelario es una variable importante en cuanto a la disminución de la delincuencia.</strong></div><div align="justify">En este sentido, la problemática referida al tiempo-hombre que se desperdicia con los reclusos en las cárceles es creciente, si consideramos que en 1990 había 22.500 reclusos en todo el país, en el año 2000 su número se elevó a 34.000, lo que significa un crecimiento del 51%.<br />El deterioro de la infraestructura carcelaria ha generado problemas de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">sobrepoblación</span>, aglomeraciones y malas condiciones para los reclusos, a pesar de los recursos invertidos en cárceles <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">concesionadas</span>. </div><div align="justify">En la mayoría de los casos, quienes se encuentran cumpliendo condenas o están recluidos en las cárceles, están desperdiciando su capacidad productiva, y esa inactividad, caracterizada por el hacinamiento, en la mayoría de los casos reduce las posibilidades de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">reinserción</span> social, y produce la sensación -que es bastante cierta- de que existe un usufructo injustificado del aparato estatal, por parte del mismo delincuente.<br />Para muchos, la población penal es mano de obra potencial inutilizada, improductiva y mantenida por el Estado mediante altos costos que podrían ser aprovechados con otros fines sociales a corto y largo plazo.<br />Se hace necesario entonces investigar y buscar formas de aprovechar esa potencialidad laboral en pro del bien común y en ayudar a otros grupos menos favorecidos, como los niños en riesgo social.<br />Si consideramos que la capacidad del sistema penitenciario chileno está diseñada para recibir a 21 mil internos y que en la práctica alberga a 34 mil, “Esa situación de hacinamiento y la falta de una política clara en materia carcelaria son factores que en gran medida explican situaciones tales como el alto nivel de reincidencia, que supera el 50%”, señalan <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Folch</span> y Guzmán.<br /><br />Por lo tanto, ofrecer alternativas y políticas que planteen formas de trabajo carcelario supervisado, que fomente el aprovechamiento de la población penal en actividades productivas, tanto internas como externas a la cárcel misma es imprescindible en estos momentos.<br />Se hace imperioso renovar la infraestructura carcelaria penitenciaria, no sólo para el control de la población penal sino también, y más importante aún, para propiciar el desarrollo de talleres laborales que fomenten el trabajo carcelario a nivel general.</div><div align="justify">Éste debe ser visto no como un castigo, sino como un beneficio, tanto para el recluso, como para su familias y la sociedad en general. </div><div align="justify">Eso, según <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">Folch</span> y Guzmán, exige “la modificación del actual Reglamento Penitenciario, para establecer un marco legal único e integrador, que regule la relación entre las empresas y Gendarmería, por una parte, y entre ésta y los reclusos, por otra”.<br />El tema del Trabajo Carcelario, y la utilización de la población penal como mano de obra, en muchos casos a concesión, requiere considerar:<br /><br />1- Las posibilidades de constituirlo como un “pago” a la sociedad, en lo relativo al costo mismo que implica la mantención de la población penal y no en el sentido mismo de la pena. </div><div align="justify">Es decir, el trabajo debe ser visto como un beneficio tanto para el recluso como para la sociedad en su totalidad, y la estadía en la cárcel, si bien es forzada, debe ser retribuida por los gastos que esto mismo implica.<br />2- Determinar la viabilidad de conformar el Trabajo Carcelario como un sistema cuyo objetivo es la obtención de recursos que serán destinados a niños con riesgo social y para las familias de los reclusos, bajo <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_6">asesorías</span> por parte del Estado.<br /><br />¿<span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_7">Cuán</span> viable es un Política Pública que considera la utilización de la masa penal como mano de obra a concesión a empresas, mediante la racionalización del uso de la cárcel tanto para procesados como para condenados?</div><div class="blogger-post-footer">Jorge Andrés G?mez Arismendi
Periodista
Mag?ster(c)en Ciencia Pol?tica</div>Jorge A. Gómez Arismendihttp://www.blogger.com/profile/04261058661629082979noreply@blogger.com4