viernes, abril 21, 2006

Xenofobia judía

"La memoria del Holocausto se ha convertido en una religión sustituta de los judíos secularizados en el mundo occidental" (Manfred Henningsen, Totalitarismo y religión política, sobre los regímenes de terror moderno).
La mistificación del Holocausto judío como parte de la identidad judía, ha dado paso a un fenómeno nuevo, la xenofobia judía.
Tal como explica Henningsen, "La referencia de identidad simbólica al Holocausto es tan fuerte y tan intensa entre los más de 250 mil hijos de sobrevivientes de esa masacre, que para muchos de ellos la relación con la Alemania contemporánea está marcada por el eslogan Never Again".
La esencialización discursiva del Holocausto judío, ha hecho que éstos -los judíos y sobre todo los israelitas- consideren como incomparable lo que les ocurrió a ellos como pueblo, y a la vez como legítimo cualquier acto que consideren para evitar algo similar.
Según esta percepción, se sienten con el derecho de aplicar la violencia y la fuerza desmedida sobre otros -los palestinos- porque lo que les pasó a ellos no tiene comparación histórica, en términos cuantitativos y cualitativos.
Es decir, el Holocausto, ya no es visto como algo que se debe evitar universalmente, en pro de toda la humanidad, sino que es concebido como de exclusividad de los judíos, y no de otros pueblos como el palestino, afgano o iraquí.
Por esto, errónea y sectariamente, ante el conflicto palestino-israelí y ante todos los conflictos de Medio Oriente, en los medios se da prioridad y más valor a las víctimas occidentales y cristiano-católicas de la violencia actual, y simultáneamente se menosprecia a las víctimas islámicas, orientales, árabes, palestinas de la misma, calificándolas con el constante peyorativo de terroristas e insurgentes.
Los palestinos son combatientes, están en una guerra que ninguna potencia se ha encargado de terminar.
Las víctimas de la guerra son palestinas e israelíes. El Holocausto está matando a dos pueblos. El Holocausto también está ocurriendo en Irak y quizás nunca nadie diga Never Again.

lunes, abril 17, 2006

Dominación simbólica

¿Es el consenso social, político y económico, establecido conscientemente por los ciudadanos?El consenso en la sociedad es esencialmente una construcción discursiva, mediante la cual se sedimenta y naturaliza una determinada estructura social.
A través de los denominados conceptual blinders -conceptos que favorecen ciertos ordenes sociales, que los hacen dominantes- se naturalizan y sedimentan prácticas y estructuras sociales que favorecen el ejercicio del poder de una clase sobre otra, de un grupo sobre otro, sin conflicto.
El discurso articula un determinado poder, estableciendo una única noción de lo que debe ser el sujeto social en su totalidad.
A través de la hegemonía como liderazgo político, económico e intelectual, se establece un determinado orden de dominación.
A través del ejercicio del poder se establece una significación en un sistema de diferencias, que articula y fija un determinado significado que favorece y protege el ejercicio del poder, de quienes lo detentan.
Por ejemplo, los conceptos de Estabilidad Institucional, Funcionalidad Institucional, Estabilidad del Mercado o Estabilidad Macroeconómica, además de los de ciudadano responsable, consumidor consciente, tienen relación con este tipo de dominación de orden simbólico.
Esto, porque debemos tener claro que las estructuras sociales no existen independientemente de las actividades y prácticas sociales que las mismas estructuran y rutinizan.
La desigualdad social se naturaliza mediante el desarrollo de un aparato discursivo que plantea como únicos y reales, la presencia del mercado por sobre la política, lo que se traduce en concebir al sujeto social, ya no como un animal de la polis sino que como un consumidor del mall, por ejemplo.
A través del discurso, que se despliega en todas las instancias sociales, se establece el gobierno de los sujetos (Foucault) que los constituye como tales, "normalizados" y "socializados". Así, se promueven clases específicas de relaciones de poder. Esto, porque el discurso es esencialmente constitutivo de la realidad y no reflejo de ésta.
La pregunta es ¿Qué realidad es la que queremos?

jueves, abril 06, 2006

La Despolitización, segunda parte

La necesidad de plantear nuevos objetivos y visiones para el futuro
La forma en que la política se ve carcomida, se manifiesta en la forma en que los grupos y sectores que tradicional e históricamente defendían principios básicos como el rol del Estado, la equidad y responsabilidad social -y que trataron de unir dialécticamente el socialismo y la democracia - para cumplirlos, hoy los han dejado de lado, confundiendo el concepto de democracia con el de Neoliberalismo.
Se hace necesario refundar y rearticular una visión comprometida con proyectos históricos políticos y sociales amplios, extendiendo la base social en la toma de decisiones, y lo que es esencial, con una visión utópica del futuro, sin malentender lo utópico en el sentido de lo imposible, sino más bien como un sueño y un horizonte por el cual luchar. Se deben replantear las vías de acción que hagan posible un cambio radical en las estructuras del sistema social, político y económico desigual.
La crisis de la denominada social democracia y el Estado Benefactor en Europa es una reflejo de la disminución de los conceptos sociales y democráticos en los sistemas políticos actuales, tal como ocurre en Francia y peor aún, expresa la grave relación que existe entre democracia, inercia histórica y despolitización, reflejada en negociaciones sin fin y decisiones negociadas al máximo sin resultados eficientes y eficaces.La acción renovadora de un nuevo proyecto político debe llevar al máximo las capacidades de acción política, sea cual sea el escenario que se desarrolle. Sólo así, no caeremos en el juego anquilosado de la política actual chilena, caracterizada por una inercia ideológica, de voluntad y acción que genera mayor despolitización, menor avance y enajenación social.

domingo, abril 02, 2006

¿A Mayor desarrollo mayor delincuencia?

Cuando escuché esta afirmación en las noticias quede algo extrañado. "A mayor desarrollo mayor delincuencia". Inmediatamente vino a mi mente la idea de paí­ses pertenecientes a la elite del desarrollo, como Suecia, Suiza y otros de nombres simples. Los cuales son desarrollados, pero no estoy seguro que tengan altos índices de delincuencia. Pero rápidamente, recordé al país de Ronald Mc Donald (¿o Donald? da lo mismo), que con su altos niveles de desigualdad, no sólo en términos monetarios, sino que también raciales- algo ratificado en las imágenes generadas por Katrina-sí tienen altos índices de criminalidad.
Entonces, el tema es ¿A mayor desarrollo mayor delincuencia, o a mayor desigualdad económica-social-cultural mayor delincuencia?
Parece que la noción de quienes hacen estas afirmaciones omiten lo que menciono, la desigualdad social.
Alguien dijo por ahí­ un día agitado, "del país de la desigualdades al de las odiosidades" más por preocupación al desarrollo del instinto revolucionario que por la inmoralidad de tal desigualdad. En un país como Chile, donde se supone se está creciendo a tasas no despreciables, el tema de la mejor distribución del ingreso,y ya no hablemos de igualdad, para entrar en cosas concretas, es un tema de discusión académica, no de política estatal, ni de ninguna í­ndole.
Es más, no se tiene una noción clara de lo que esa desigualdad genera, por eso se llega a ese tipo de afirmaciones, A mayor desarrollo mayor delincuencia...