viernes, junio 23, 2006

Todos somos iguales...alienados

La sociedad actual vive altos niveles de alienación, no sólo porque parece haber invadido un conformismo absoluto en muchos, sino porque parece que la concepción evolutiva del ser humanos se ha visto estancada o desvirtuada. Aunque, debería hablar de la concepción de la historia como un avance hacía un mayor desarrollo humano en términos generales, para ser más exacto.
Claro está, que hoy existe una condición de esclavitud nunca antes vista, la mental. Que, como la física, es igualmente nociva y terrible para el individuo, pero extrañamente más difícil de detectar e incluso de asumir. Todos somos en alguna medida esclavos mentales.
Por ejemplo, somos esclavos de las marcas, de cualquier índole, y ella sedimentan una realidad basada en su dominio. Somos esclavos de ciertas nociones de éxito, de libertad, de democracia, de amor, de compañerismo, que están muy marcadas por lo individual y utilitarista. Yo creo que somos ciertamente utilitarios, pero no absolutamente utilitarios. Pero, hoy se fomenta la conveniencia, la maximización de beneficios, el cálculo más frío.
Todos somos esclavos, y nos gusta serlo...¿Qué creen?

martes, junio 06, 2006

Democracia como elemento de Statu Quo

¿Qué pasa cuando la "democracia" se convierte en un elemento del statu quo? ¿Cuando se vuelve una especie de adormecedor del desarrollo de mejoras en la sociedad? ¿Cuando la democracia se convierte en la droga alienante y el voto en el opio social?
Muchas veces se ha hablado de una apatía social, de una despolitización de la sociedad, pero simultáneamente la "sociedad”, que en realidad podríamos llamar la Sociedad Civil, parece tender a reclamar y manifestar un descontento generalizado ante el "sistema" en determinadas ocasiones.
Todos están descontentos y quieren cambios radicales, pero cual polizontes, sólo cuando no es costoso manifestarlo. Cuando es costoso manifestarse descontento, se dice ser de centro, progresista (supongo que ya han visto mis críticas al concepto (¿Qué significa ser progresista?), renovado, o humanista cristiano, conciliador en términos generales. No quedan mal con nadie.
No todo es conciliable, sobre todo cuando determinadas situaciones ya se hacen insoportables en un contexto social determinado, es lo que pasa hoy. Se ha abierto una puerta para el cambio social.
La desigualdad social es un hecho tangible, que crece y no disminuye, que se expande. El chorreo económico que proclaman los defensores del mercado no ha logrado revertirla, muchos menos la democracia y los gobiernos de conciliación de centro ¿izquierda?
Se supone que el modelo o sistema democrático, permite la expresión de las mayorías, pero también, según algunos, debería tender a proteger y manifestar la opinión de las minorías.
Pero ahí hay una contradicción no saldada, porque se tiende a dos opciones: O se escucha a las mayorías o la mayoría, o se atomiza la sociedad escuchando y considerando los intereses de todas las minorías que conforman en distintos sustratos diversas mayorías. Ambas opciones tienden a mantener el statu quo. La negociación se hace eterna, en pro del llamado consenso...la negociación fútil.
El consenso es bueno, pero sólo cuando permite elaborar políticas –por parte del Estado- de largo y corto plazo que propicien cambios sustanciales en la sociedad, y más aún cuando incide en configurar un proyecto histórico, político, económico y social trascendente, en el sentido de su permanencia en el tiempo, sin que esto sea signo de sedimentación.
Hoy se produce un fenómeno dual, el modelo económico, social y político, generando durante la dictadura ha trascendido pero simultáneamente se ha sedimentado, sedimentando a determinadas elites, tanto políticas como económicas que retroalimentan el sistema y propician el fortalecimiento del Statu Quo.