La Presidenta Michella Bachelet ha declarado que su meta esencial es desarrollar un sistema de protección social en Chile.
Sabemos que para esto es necesaria una clara voluntad política -no sólo en el Congreso, sino también en propios partidos políticos- para llevar a cabo cambios profundos en el ámbito del bienestar social.
También es claro, que la economía por sí sola, no puede generar de forma espontánea un sistema de protección social, y que es la legislación, es la vía con que el Estado organiza y estructura tal sistema en un economía creciente.
Pero más importante aún, es saber en qué orden se realizan dichos cambios económico-sociales. Que en un país con una macroeconomía estable, con niveles de crecimiento relativamente normales, no sólo es necesario un sistema de protección social amplio y eficiente, sino que también es imperativo un nivel de distribución de la riqueza que permita a dicho sistema, no colapsar debido a una sobredemanda por parte de los ciudadanos, en un momento determinado.
Se supone que el sistema de protección, está destinado para aquellos ciudadanos que por diversas razones -enfermedad, vejez, desempleo-, no pueden solventar su manutención; y no para una gran masa -simultánea- de ciudadanos que se encuentra excluida socialmente por una mala política de distribución de la riqueza.
Es muy probable, que un sistema de protección social colapse, si está sustentado y organizado en una sociedad con mala distribución de la riqueza. El sistema de protección social se sustenta en la mejor distribución de la riqueza, porque son los ciudadanos, quienes alimentan el sistema en un lógica de cooperación, y no a la inversa.
Todos podemos, en algún momento, necesitar de la protección social. Lo fatal sería que todos necesitemos de ella al mismo tiempo.
Es como ir en un barco, lleno de marinos que no saben nadar, y con sólo algunos salvavidas. Cuando el barco se empiece a hundir...todos se pelearán los salvavidas.
En una sociedad con mala distribución de la riqueza, lo más probable es que eso mismo ocurra en algún momento no lejano.