viernes, diciembre 23, 2005

Reforma o fin del sistema binominal ¿Y después qué?

Por segunda vez el Presidente envío al Congreso el proyecto que pretende cambiar o poner fin al sistema binominal -eso no está muy claro-. Esta vez lo hizo directamente al Senado y no a la Cámara de diputados, porque ahí no hubo quorum para llevar a cabo el proceso, ¡que novedad!
A partir de está discusión se podría generar otra mucho más profunda, que en este texto no abordaré en profundidad, haciendo planteamientos teóricos, pero que tiene relación con el tipo de régimen que queremos y necesita Chile. Y cuando hablo de régimen me refiero exclusivamente al tipo de sistema, ya sea presidencial, parlamentario o semipresidencial, que podríamos tener en el futuro.
En este sentido el debate en torno a la efectividad del régimen presidencial para permitir la gobernabilidad y la aplicación de los programas de gobierno, sea cual sea éste, se ha mantenido en círculos intelectuales cerrados, en los que la discusión termina por diluirse.
Por lo tanto, se hace necesario llevar el debate a las discusión general, a todos a quienes les interesa conocer algo más de la política y saber de qué forma están siendo gobernados.
La discusión debe plantearse para buscar respuesta a la siguiente pregunta: ¿es Chile apto para un régimen parlamentario, o semi-presidencial, similar en el primer caso al inglés, y en el segundo al francés?
Nuestra respuesta es que el segundo modo sería más probable.
* En Chile nunca ha existido un régimen parlamentario, para quienes quieran comenzar con ese argumento.
Mis argumentos a favor son los siguientes:
-En el régimen presidencial es mucho más engorroso cambiar un mal gobierno. Ante un mal gobierno se debe elevar una acusación constitucional, es decir, se debe iniciar un proceso judicial para sacar al mal gobierno.
-En el régimen parlamentario o el semipresidencial, la vía para cambiar un mal gobierno es más expedita, un voto de censura efectuado con mayoría del Parlamento, automáticamente obliga a llamar a elecciones nuevamente. Es decir, hay un juicio político simplemente.
-En el régimen presidencial, es mucho más difícil llevar a cabo las políticas de gobierno, porque existe la posibilidad de no contar con mayoría en el Congreso y por lo tanto tener una oposición que impida cualquier proyecto.
-En el régimen parlamentario, por el contrario, se necesita tener mayoría en el parlamento para que el representante de la coalición asuma como primer ministro y como jefe de Gobierno .
El debate está abierto.

1 comentario:

JC dijo...

Que buen blog tienes, felicitaciones. Frecuentaré este lugar.
Saludos,
Jc