jueves, septiembre 20, 2007

Pacto Social ¿Sin lo social?

Durante la misa del Tedeum, realizada el martes 18 de septiembre, la Iglesia Católica -siguiendo la línea de los dichos del obispo Goic- recalcó la necesidad de establecer un nuevo Pacto Social, con el propósito de conciliar el crecimiento económico y la equidad.
La centralidad del llamado radicaba en los últimos hechos de violencia acaecidos durante el pasado 11 de septiembre, que alcanzaron su tope máximo con la muerte de un carabinero -situación que no ocurría desde 1987-.
Sin embargo, aunque no explícitamente, el arzobispo estableció una relación -no causal- entre la violencia desatada y la desigualdad económica existente. Implícitamente, abordó la idea de frustración relativa de Ted Gurr, cuya dimensión subjetiva es clave en la percepción de cierta realidad. Aumentan las expectativas, pero la adquisición de bienes se mantiene, lo que según Gurr ocurre en sociedades en fases de cambio.
Chile, en este sentido, parece estar entrando en una nueva y profunda fase de cambios, donde los ejes centrales serán la equidad económica y el cumplimiento de las expectativas democráticas. Es decir, la gente quiere más bienes, pero también más participación y ojalá más tiempo libre, en definitiva, más calidad de vida. En este sentido, muchos casos, las personas se sienten profundamente frustradas, y engañada por el sistema en general.
Por lo tanto, la idea de responder a esa decepción, se engloba en el establecer un Nuevo Pacto Social, que no es otra cosa que un nuevo acuerdo político y económico entre las partes constituyentes del sistema, los actores que operan en éste, en cuanto a su rol e importancia en el mantenimiento y transformación del mismo. Es decir, un acuerdo entre las elites y la sociedad civil -hoy dispersa-.
Pero, si se quiere hacer un buen pacto, que resuelva la frustración relativa en la sociedad, es clave hacerlo con y para la Sociedad Civil-aunque esté desparramada- y no para proteger los intereses de las elites políticas, económicas, religiosas o militares.
Por lo tanto, lo social es esencial en aquel Nuevo Pacto, entendido no sólo como lo referido a lo popular y distributivo en términos económicos, sino también en cuanto a lo productivo, lo político y lo cultural; pero sobre todo en cuanto a la participación de la sociedad en su totalidad en dicho proyecto.
Un Pacto Social, no es tal si se realiza entre las elites, en reuniones cerradas o en hoteles lujosos por un par de meses. Un pacto social es un proceso que incluye a todos los estamentos de una sociedad, es transgeneracional y está por sobre la ideología, la religión, la raza o cualquier diferencia.
En otras palabras, es momento que empecemos a construir nosotros -todos- el país que queremos...porque hace años ya que dejamos atrás la Colonia, cuando las plutocracias decidían por el resto. La gente si sabe lo que quiere, sólo hay que despertarla, hacerla hablar y escucharla.

7 comentarios:

Lucho dijo...

"Es decir, la gente quiere más bienes (...) y ojalá más tiempo libre".

Quién no querría algo así! Lástima que para conseguir uno, hay que dejar de lado lo otro.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

No necesariamente. Esa es la concepción errada del trabajo que existe en nuestras sociedades latinoamericanas, herederas del "negreo"...
En los países escandinavos la gente empieza a trabajar a las 8 y termina a las 16...y el resto es para su tiempo libre. Eso se llama equilibrio.

Rodrigo Sepúlveda dijo...

Hola jorge, pasando por acá de vez en cuando para saludarte y leerte por supuesto. Espero no te moleste que haga de crítico… pero la naturaleza de un “pacto” supone que se delegue necesariamente en una entidad "superior" la voluntad del pueblo (soberanía), por lo menos para las lecturas académicas de rosseau (que personalmente no comparto) y el famoso leviatan. A partir de lo anterior, la base ciudadana y los posibles acuerdos, no son más que la consolidación de la base ideológica del dominio (de clase), en suma un acuerdo que no responde a las formaciones emergentes de base con independencia al poder político deviene necesariamente en la consolidación del poder ya instituido, en este sentido el poder hegemónico tiene la capacidad de incorporar todas las aspiraciones posibles de la llamada ciudadanía, incorporarlas y hasta fomentarlas. La idea de pacto social de rosseau está en mi humilde opinión lejos de ser lo que plantea la clásica y moderna ciencia política. Tal vez ya lo has chequeado por ahí, pero la “gramática de la multitud” de virno es un librito esclarecedor en ese sentido.
Un abrazo y poder constituyente!

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Gracias Rodrigo, y para nada me molesta, al contrario, me enriquece. Bueno, la idea del Pacto no la tome de las teorías de Russeau o Hobbes, sino sólo como se planteó en el Tedeum.
Para mi es claro que la representación y la soberanía del pueblo son más bien simbólicas, por eso recalco la idea de desarrollar más poder en la sociedad civil, lo que Tocqueville llamaba el "arte de asociación".

Daniel de Witt dijo...

Los "pactos sociales" realizados en las "alturas", con actores como iglesias, ejércitos, poder político y poder económico tienen un solo nombre: fascismo.
Y los verdaderos pactos sociales, que incluyan a la clase explotada no existen. En síntesis, mientras vivamos en una sociedad dividida en clases no hay pacto social. Sólo hay confrontación de clase, a veces más pacífica y a veces explícita. Pero siempre existe.
Un abrazo.

Javier Bazán Aguirre dijo...

Ese pacto social es la imposición del Estado a la sociedad. Eso es todo. No toma en cuenta la diversidad de individuos e inteses.

Anónimo dijo...

Concuerdo plenamente con tu artículo, Jorge. Eso sí, no sé si estamos lo suficientemente maduros para lograr un pacto social a gran escala, no necesariamente por diferencias en el ámbito político o perspectivas económicas, sino a nuestra propia idiosincrasia.

Te pongo un ejemplo algo burdo: "Se lleva adelante una contundente reforma en el Código Laboral y se establece un sueldo mínimo por hora (como lo es en EEUU)" ¿Estaremos preparados a realizar 2 o 3 empleos como allá, independientemente de nuestra infraestructura productiva (que lógicamente influye mucho)?

Me gustó tu punto de vista, sin exclusiones.

Un gran abrazo y muchas gracias por tu visita, pues. Espero que nos sigamos leyendo.

Ah!! Nada que ver con el tema. No queriendo abusar de tu confianza, humildemente te solicito tu voto para mi candidatura a Mr. Blogger, por favor:

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Espero, humildemente, contar con su venia, pues. Nos vemos.