miércoles, febrero 13, 2008

Miguelito: Institucionalidad formal del Estado versus la institucionalidad informal del Hampa

La mayor crudeza en los últimos hechos delictivos y los altos índices de reincidencia, pueden tener relación con la ambigüedad del marco institucional formal -las leyes y políticas- que se debería encargar de las acciones punitivo-preventivas y de reinserción en torno al delito, y la poca atención a los aspectos informales que operan en su constitución como actividad en el medio libre.
Es claro que el marco institucional formal e informal determina las pautas de acción de todo sujeto en un campo de actividad específico.
En el caso de la delincuencia como campo de acción, se produce una dualidad -una pugna- entre un marco formal amplio y totalizante, la legalidad del Estado de Derecho, y un marco informal, "los códigos del hampa" al que los sujetos que delinquen se someten individual y contextualmente.
Frecuentemente, se aplica con fuerza el marco formal del derecho sobre el cuerpo de los sujetos -la prisión, la detención- pero muy poco se hace en torno al marco informal en el que la mayoría de éstos fueron educados, se criaron, desarrollaron y se desempeñan en el medio libre.
Dicho marco informal, es el que prevalece por sobre la aplicación por parte del Estado de su marco formal legal, lo que se ve reflejado en la poca reinserción y los altos índices de reincidencia delictiva.
Ese predominio, se produce incluso en cuanto a las políticas educacionales del Estado, pues debido a los bajos índices de escolaridad, son las prácticas del entorno social delictivo, inserto en el medio libre e internalizadas desde la infancia por los niños en riesgo social, las que terminan por ser aceptadas y muchas veces naturalizadas por los sujetos en su vida adulta.
Es decir, el gobierno físico de los sujetos, su control mediante el marco institucional legal, se vuelve de corto alcance en la reclusión y el medio libre donde el campo delictual es hegemónico, debido a la existencia de un marco informal que gobierna psicológicamente sus prácticas, intereses, acciones y contextos.
No es extraño entonces, que delincuentes encarcelados, sigan delinquiendo a través de diversos medios que les permiten romper las barreras físicas, como celulares, familiares, etc. Como tampoco es infrecuente, que una vez cumplidas sus condenas, retomen sus actividades delictivas y se "reinserten a sus medios delictuales libres". Más frecuente aún, es que ciertas formas de delito sean vistas como formas legítimas de subsistencia o como un trabajo más.
Lo anterior incide, en que el marco informal que se desarrolla en torno a actividades delictivas -que en definitiva lo son por ser contrarias al marco legal imperante- se conviertan en el marco formal que sustenta la instauración de una verdadera la moral delictual.
Se produce entonces una especie de dimensión paralela a los espacios simbólicos donde el Derecho impera.
En este sentido, la cárcel se vuelve un espacio material donde las instituciones informales de la delincuencia se vuelven formales, y se convierten en ley interna de los reclusos e incluso de los agentes del Estado insertos en ella. Impera la ley del hampa, por sobre el Estado de Derecho.
La prisión se vuelve entonces, una especie de isla, donde la pugna entre la institucionalidad del Estado es vencida por la institucionalidad informal del hampa, que encuentra un espacio para expandirse, naturalizarse y fortalecerse. Deja de ser el lugar donde se transformen o eliminen las prácticas que son base del comportamiento delictual.
Con eso se rompen definitivamente los principios básicos de la cárcel, como lugar punitivo y de reinserción.
http://sujetoysociedad.blogspot.com/: Esta semana, los medios han estado monopolizados o han monopolizado, una sola realidad, el Festival de Viña del Mar, demostrando que la Televisión es reduccionista, deforma la realidad y desalienta el ejercicio de pensar. En definitiva es cada vez una caja más idiota.

7 comentarios:

Álvaro P. dijo...

Te encuentro razón Javier.
Son pocas las instituciones, como Paternitas, que logran hacer algo para romper esa "institucionalidad informal".
Saludos,
Álvaro P.

Javier Bazán Aguirre dijo...

Es el problema de la cárcel. Está en su origen

Javier Bazán Aguirre dijo...

Sobre tú PD, me quedó con las palabras de HPA:"-Bueno, cuando el otro día pillaron a un empresario birlándole subsidios al fisco, Vidal estaba muy contento y dijo que ahora "le cabían" varios Chiledeportes, EFE y PGE. Pero un contador-auditor de Educación afirma que las irregularidades allá pueden sobrepasar los 30 mil millones, así es que no le van a caber a Vidal.

-Y la gente, ¿qué dice?

-¿La gente? La gente no tiene idea de nada, ¿no ves que va a empezar el Festival de Viña? Lo único que sabe la gente es que Raquel Argandoña llegó manejando un Jaguar a la gala. "Panem et circenses", "pan y circo", recomendaban los romanos, que sabían mucho de política. Claro que la marraqueta ya llegó a 900 pesos." Fuente: http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2008/02/20/todo-normal.asp

Anónimo dijo...

Es raro, ultimamente escucho ese tipico comentario, que dice la gente yo soy parte de esa gente y con la gente que converso tbn tiene una opinion, todos nos damos cuenta que la administracion de este gobierno es pesima, que la corrupcion ya es escandalosa,etc etc, pero mi pregunta es saber que haremos, por que no somos capaces de organizarnos y salir a protestar, no hay lideres capaces de hacerlo,la derecha no convoca, la izquierda extraparlamentaria, anda de vacaciones,la verdad es que siento rabia e indignacion, quisiera manifestarla,salir a gritarles ladrones, que sepan que "la gente" (el pueblo en la democracia antigua), se canso de sus falacias y argumentos mediocres.

Flo dijo...

Nunca había visto el problema desde ese punto de vista, pero tienes mucha razón.
Se me ocurre que el servicio a la comunidad es una buena manera de mostrarles a los que han pasado por la cárcel, una actividad más edificante. Y legal.
A lo mejor tomará mucho tiempo y a lo mejor estoy pecando de ingenua, pero me parece que todos nos sentimos mejor cuando aportamos a nuestro medio (enseñando futbol a niños de escuelas pobres los fines de semana para que no estén en la calle; limpiando plazas de botellas y papeles y arreglando los juegos infantiles; hermoseando jardines públicos; pintando hospitales; etc).
Puede ser un buen punto de partida para que estas personas vean que pueden desempeñarse en actividades dignas y "limpias" e ir poco a poco rompiendo el círculo del delito, por menor que sea. Éste es muchas veces motivado por el ocio, la falta de imaginación y la falta de formación.
Pero alguien con experiencia en las labores que antes menciono, después puede ser empleado municipal (o privado incluso, si se dan los incentivos apropiados) con menos problemas.
Saludos.

Verónica dijo...

Yo antes le buscaba el "por qué" al acto delictivo. Pero admito que ahora ya no analizo el tema, sólo digo "flaites de mierda". Es que ya se sobrepasaron mucho, creo yo.

La delincuencia es un vicio mucho más dificil de rehabilitar que la droga en una persona.

Ah! Jorge, visita el blog del grupo en el que participa mi amiga Gise. Sé que te interesará. La dire es
aglchile.blogspot.com/


Un beso.

Verónica dijo...

http://aglchile.blogspot.com/