viernes, mayo 25, 2007

Alerta ambiental, el interés individual contra el bien colectivo

Para muchos economistas, el interés o la racionalidad individual es la mejor forma de contribuir a la racionalidad colectiva (al bien común) puesto que al priorizar lo individual, se puede confluir en pro de un bien individual, este puede volverse colectivo.
Los grupos funcionan en base a la generación de incentivos selectivos –positivos y negativos - que fomentan la participación individual en proyectos colectivos. Estos incentivos se entienden como los incentivos que se aplican a un individuo, según su contribución o no a suministrar el bien colectivo.
Los altos índices de contaminación que sufrimos ayer en Santiago, fueron un claro ejemplo de que "la racionalidad individual no es suficiente para alcanzar la racionalidad colectiva" (Saiegh-Tomassi, 1998: 18)*.
Veamos varios ejemplos:

1)-Las industrias, en su lógica maximizadora y productiva, no dejaron de funcionar, cuando eventualmente, debían hacerlo, porque en su lógica individual priorizaron la producción por sobre los pulmones de muchos infantes.

2)-Los automovilistas -con catalítico o sin éste- decidieron no respetar las restricciones vehiculares, y salir igual en sus autos (carros o coches), pues en su lógica individual consideraron lo incómodo del transporte público, la maximización del tiempo, y la comodidad.

3)-El uso de chimeneas es un ejemplo aún más esclarecedor de que la racionalidad individual muchas veces va contra la racionalidad colectiva, puesto que la mayoría de aquellos que usan chimeneas y por ende contaminan, luego se quejan de la mala calidad del aire, de las malas políticas para solucionar el problema, de lo inconscientes que son las industrias, etc. Pero, su racionalidad individual, y el frío, no inhiben que prendan diariamente sus chimeneas.

*S. Saiegh y M. Tomassi (1998) La Nueva Economía Política, Eudeba.

5 comentarios:

Lucho dijo...

Super interesante el post. Me parecen muy buenos ejemplos de como las acciones individuales pueden llevar a un punto, que si bien es óptimo en sentido matemático, no es socialmente deseable.

esteban lob dijo...

Demostramos en esas acciones, Jorge, que los mensajes y llamados a respetar el medio ambiente siempre parecen ser solo para los demás, pero no ponemos de nuestra parte el esfuerzo que corresponde.

S. Salgado dijo...

Los economistas se encuentran pensando en estos temas hace algúhn tiempo atrás. De hecho, el estudio de las externalidades, la llamada Economía Ambiental y aplicación delk Equilibrio de Nash, entre muchos otros ejemplos, son una muestra de como la Economía se ha hecho cargo de los problemas que la racionalidad individual pueden traer al bien común. Entonces, no podemos decir que son "los economistas los que piensan tal o cual cosa". De hecho, alguna soluciones a los problemas ambientales han pasado por los avances del estudio de la economía.
De esa forma, las herramientas para enfrentar los desalineamientos de la maximización del beneficio privado en contraposición del beneficio social, existen, y es sólo una desición política ponerlos en práctica.

La pregunta es si es que estamos de acuerdo en soportar los costos que significa ajustar los incentivos y las actitudes de los egentes económicos con el objetivo de mejorar las condiciones medio ambientales. Lamentablemente esa pregunta está muy relacionada con nuestras posibilidades de crecimiento, y es una cuestión que debemos responder en Chile y en el mundo completo. Todos estamos contentos en que China se haya abierto al libre comercio, y que importe bienes chilenos, gracias a ello, el mundo a vivido una época de gran prosperidad económica durante la última década: eso sin embargo, a convertido a China en uno de los mayores importadores de petroleo, y por lo tanto, uno de los mayores causantes de la emisión de contaminantes a nivel mundial. Entonces, ¿por qué mejor no restringimos el crecimiento de China para que no contamine tanto? La contraposición entre crecimiento económico desmesurado, y los costos por tener un aire más limpio, esa es la cuestión.

Saludos

Muy buen blog.

Sergio Salgado

economiaentiemporeal.blogspot.com

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Estamos de acuerdo, ese es el gran dilema actual, que los cálculos muchas veces no resuelven, y según mi opinión es ahí donde entran en juego los factores éticos.
Por otro lado al decir, muchos economistas, trato de generar dos cosas no implicitas en el texto:
La primera es romper con el discurso imperante de muchos economistas, que supeditan todo a las lógicas económicas, pero sin considerar el bien público, es decir, la valoración del mercado por el mercado o el capital.
Segundo, plantear que la economía no equivale a laissez faire económico, sino que esencialmente a suplir necesidades para la vida.
Al decir algunos economistas, me refiero a aquellos que creen que el mercado es perfecto, cuando no lo es.