martes, mayo 29, 2007

La necesidad de un ente fiscalizador y regulador eficiente

Dos ejemplos de la necesidad de un ente fiscalizador y regulador eficiente, que impida las irregularidades y abusos en el sistema, político, económico y social.
Como decía Mancur Olson (1992) "ningún resultado social de tipo racional puede emerger espontáneamente -sólo una mano guiadora o una institución apropiada puede hacer surgir resultados que sean colectivamente eficientes."
El primer caso -de la instalación de la planta de gas en Peñalolen- nos muestra una falla en la entidad reguladora, debido a que no acoge las demandas sociales en forma satisfactoria debido a presiones de orden económico, y por lo tanto no responde en base a ellas sino en base a intereses externos.
El segundo caso -de las construcción de casas en el emplazamiento de una futura carretera- muestra la falta de una institución eficiente, que cuente con los instrumentos para impedir que empresas irresponsables sigan operando con otros nombres o razones sociales.
La eventual instalación de una planta de gas a pocos metros de un barrio en Peñalolen, y la aprobación por parte de la Comisión Regional de Medio Ambiente (Corema), del inicio de faenas para remover terreno, sin antes existir un estudio de impacto ambiental, ni estudios de impacto vial y sísmico, demuestran un descriterio en la forma de actuar de las instituciones involucradas, entre ellas la Intendencia.
Las entidades reguladoras, claramente no operaron como tales, y se vieron atravesadas por presiones económicas -primo la maximización de la empresa*- y políticas -la crisis del gas fue el justificativo principal-.
*Eventualmente está planta absatecería de gas, en caso de carencia, a todo el sector oriente. Es decir, los contratos de todo tipo, ya deben estar hechos. Por lo tanto, la planta, es muy probable que se haga, contra la voluntad de los vecinos, contra el colectivo.
La construcción y ofrecimiento de casas -publicidad engañosa- en el emplazamiento de una eventual carretera, por parte de la inmobiliaria PY.S.A, ex Copeva*, digámoslo directamente, demuestra fallas en varios sentidos:
Primero, demuestra la falta de control sobre empresas irresponsables o con malos antecedentes y la incapacidad de los organismos encargados, y la falta de instrumentos para impedir que sus dueños sigan operando, cambiando el nombre de sus empresas, el rol social, etc.
Segundo, la poca protección e información que tienen los ciudadanos con respecto a estas prácticas poco éticas, la publicidad engañosa, el abuso empresarial -puesto que si se construye la carretera, las casas serán demolidas-.
*La empresa Copeva, protagonizó uno de los mayores escándalos inmobiliarios junto al Servicio de Vivienda y Urbanismo, cuando viviendas sociales presentaron fallas estructurales irreparables y fueron cubiertas de plástico para que sus moradores pudieran seguir habitándolas. Esto afectó a familias de la Villa Los Puertos de Pudahuel, y la Villa El Volcán II, de Puente Alto.

2 comentarios:

Lucho dijo...

Esto muestra que claramente "la necesidad tiene cara de hereje", no?

Como se necesita con urgencia la planta de gas, todos los estudios que deberían hacerse por lo visto ya no son tan necesarios.

Sobre lo de las casas, es insólito lo que pasó. Incluso creo que es ese mismo caso en el que el MOP pagó como 7 millones a cada familia para que se fueran de sus casas mientras se construía, y la carretera todavía sigue ahí a medio terminar.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

No es el mismo caso, según sé, las casas ya están muchas construidas, vendidas...lo que no está es la carretera, pero sí la intención de hacerla, demoliendo las casas.