viernes, noviembre 09, 2007

Justicia como Equidad o Cohesión Social ¿Qué va primero?

La XVII Cumbre Iberoamericana de Naciones, tiene como principal desafío el compatibilizar crecimiento económico, con mejores democracias y mayor equidad social. Sólo así se podría alcanzar una verdadera Cohesión Social.
Actualmente, en muchos sentidos América Latina carece de cohesión social; a nivel de acceso a bienes básicos, educación, atención médica, o participación política es claramente escasa, incluso a nivel de barrios, la segregación es notoria.
El lema de la actual Cumbre, donde se congregan diecinueve Estados de América Latina, además de España, Portugal y Andorra, es la Cohesión Social. En este sentido, la pregunta clave es:
¿La entienden de la misma forma todos los asistentes a la Cumbre?
La respuesta es no, pues parecen existir dos usos en pugna constante acerca de lo que implica la Cohesión Social, basados en la constatación del consenso y el conflicto en la sociedad.
En el primer uso, la cohesión social se traduce en una visión que prioriza ciertas libertades -no todas- y se centra en el desarrollo económico, descuidando gravemente otras fuentes importantes para la libertad y el desarrollo de una nación.
Lo anterior se traduce en rigidez institucional y social, donde se termina por mantener las condiciones actuales, desiguales y poco inclusivas, dentro de marcos legales, económicos, políticos y estatales, supuestamente legítimos y naturalizados, sin propiciar cambios beneficiosos ni profundos a nivel social.
En este sentido, discursivamente se hace constante omisión del conflicto social que genera el problema de la desigualdad, sin afrontarlo ni corregirlo, ya sea para mantener las estructuras económicas, los privilegios o simplemente para mantener en el poder político.
La Cohesión Social se traduce entonces en una esquizofrenia del consenso-conflicto, puesto que cualquier intento por reformar algún aspecto de lo social, económico o político que genera roces, es considerado conflictivo y riesgoso para el Estado de Derecho, la Libertad, el desarrollo económico, para el consenso social que en realidad no es tal.
Este primer uso, valora la estructura de una sociedad estratificada, donde ciertas elites controlan y dirigen todas las esferas del poder, las cuales hegemonizan, mientras el resto de la sociedad queda dispuesto a sus decisiones, mediante un falso consenso electoral.
El segundo uso tiene relación con la pretensión -en muchos casos radical- de ampliar las esferas del poder político, económico y social, por ciertos sectores de la sociedad, originado por la mala distribución de la riqueza, la desigualdad social, económica y política.
En este sentido, siempre está relacionado al primero, puesto que surge como respuesta ante el anquilosamiento y la falta de instancias de diálogo y acuerdos entre los diversos actores sociales, debido a la poca inclusión política y social.
Por lo mismo, la Cohesión Social también se hace parte de la esquizofrenia del consenso, puesto que éste segundo uso, pasa a convertirse en un discurso debilitado por las elites dominantes, lo que genera una radicalización del mismo.
En muchos casos este discurso, puede agudizar o desencadenar el conflicto social de forma aguda, lo que en definitiva termina por hacer imposible la cohesión, pues terminan por agotarse los incentivos para su desarrollo, por parte de los actores que pueden generarlo.
Ambos discursos conviven en una misma situación social de consenso-conflicto, haciendo que la verdadera Cohesión Social no se desarrolle.
Justicia Distributiva
Podemos decir entonces, que la Cohesión Social no debe ser entendida como una sociedad estratificada, ni tampoco como una sociedad militarizada, sino más bien como una donde las diferencias sociales y económicas entre los sujetos sean bajas, pues existen oportunidades y accesos iguales para toda la población. En definitiva, una sociedad equitativa y desarrollada.
Lo anterior no implica que, como algunos ignaros mal entienden, todos deban ganar el mismo dinero o perder su propiedad, sino más bien que se desarrollen prácticas, instituciones e instancias donde se ejerza la cohesión social, en un marco cooperativo, solidario y también competitivo.
La Cohesión Social entonces, requiere el desarrollo de la Justicia, entendida como equidad, siguiendo a John Rawls. Es decir, se hace posible sólo en un escenario equitativo y sin desigualdades sociales, económicas y políticas profundas.
Lo anterior, porque las fuentes de conflicto social, han sido disminuidas o abolidas, dentro de un sistema donde, tanto la libertad como la igualdad de los sujetos, están garantizadas.

2 comentarios:

Javier Bazán Aguirre dijo...

Admiro Jorge tú optismo sobre estas cumbres latinoamericanas.
Cuando se habla de 'cohesión social' da la impresión de que los individuos, desde el más rico hasta el más pobre, no se desenvolviese en la sociedad.Es como cuando la izquierda critica a los liberales, por imaginar que éstos postulan un individuo aislado del resto, cuando no es así.
En Cuba lo que menos hay es conflicto, porque el estado totalitario no permite nada, a diferencia de las sociedades mercantilistas y las capitalistas.
El conflicto es parte de la naturaleza humana, independiente del sistema económico y político.

Anónimo dijo...

Es cierto que suena optimista. Pero creo que será un largo camino para llegar a una sociedad algo más igualitaria en Chile. Hay que ver si los políticos y los votantes tendrán la paciencia necesaria.