lunes, junio 04, 2007

Libertad de expresión e información mercantilizada. Defendiendo un sólo un logo

El concepto de libertad de expresión, nuevamente aflora como una cuestión a defender, pero en su defensa comenzamos a ver las incongruencias de todas las posturas que refieren a ella como un valor absoluto e inalienable, cuando en realidad, sólo la transforman en una etiqueta, en una chapa que le puede quedar a cualquiera.
La expresión, es parte esencial de la comunicación, el acto primario de todo individuo, porque sin ella el proceso comunicacional pierde fuerza y sentido. No sólo es lingüística, también es paralingüística.
Por lo tanto, las formas de expresión pueden ser muchas, y estar plasmadas o ser proferidas mediante muchos recursos.
La información, es clave para la expresión, porque es ella la que le da sentido y significado a ésta, y permite en definitiva, establecer la retroalimentación necesaria para decir que existe comunicación.
La información entonces, más que la misma expresión, es la que debe ser libre, para que realmente exista comunicación como tal. Así, la mentira es una conexión errada, donde tarde o temprano, esa forma de entropía -basada en asimetrías- termina por destruir toda comunicación.
¿Es la información de los medios de comunicación libre en este sentido?
Actualmente, la información en los medios es prisionera de los criterios comerciales y los espacios publicitarios. Son estos, y no otros criterios los que determinan la mayor o menor libertad de los medios, y en definitiva, su existencia como discurso y realidad. Porque lo que no vemos o no conocemos, no existe en nuestra realidad.
La libertad de expresión entonces, también se vuelve prisionera de dichos criterios, más aún cuando los instrumentos para expresarse están bajo el control del Estado o de monopolios privados gigantescos.
El caso de RCTV, es sólo la cara de un problema que tiene dos, y que muchos no quieren ver; y es que los medios en manos de oligopolios e incluso monopolios comunicacionales como en Italia, tampoco son del todo libres.
En esos casos, la libertad de expresión también está supeditada a interés particulares, ya sean políticos o económicos, también se omite realidad, se censura y se silencia, pero mediante otros medios, quizás menos notorios, como el despido, la no publicación, el reemplazo, etc.
La libertad de expresión, se vuelve entonces, sólo una chapita de moda, la pulsera de color, la polera con el logo.
Terminamos entonces, defendiendo un logo y no un valor.

4 comentarios:

Alejandra dijo...

Yo veo más la libertad de expresión desde el punto de vista del usuario, de la opción que tiene de escoger entre diferentes medios lo que quiere ver, leer o escuchar.
Desde el punto de vista de los medios, la libertad de expresión, como tú dices, está supeditada a los intereses económicos o a lo que le tinque al dueño, así no más es.
El caso de Venezuela es demasiado notorio: se le quitó a la mala una opción al público, pero en Chile a mí me parece que sí existe libertad de expresión a pesar del duopolio La Tercera/ El Mercurio. Si te gustan bien, si no lee The Clinic, lee Lun, lee lo que quieras, al menos hay opciones.
Saludos!

esteban lob dijo...

Menos mal que mi época principal en los medios, fue en tiempos en que la farándula tenía una importancia menor.

Por cierto que es solamente un aspecto de la libertad de expresión, pero su proliferación se debe a que centenares de miles de personas(parece increíble) se interesan por saber si aquella vedette cambió de futbolista o si la diva aquella andaba mal con su marido, ya desde hace largo tiempo antes de separarse. No hablo de la Bolocco, sino de otro caso supuestamente de menor connotación, pero en que la amplificación que le dan los programas faranduleros le convierten en noticia de interés "supremo".

Puede ser un detalle en una discusión sobre libertad de expresión, pero a la vez resulta un desahogo decirlo, cuando durante horas y horas nuestros canales y algunas radios no tienen nada mejor de qué preocuparse.

Así y todo está bien que no haya cortapisas si una mayoría de medios prefiere formas baratas para lograr raiting, pero el hecho habla mal no solo de esos medios, sino de miles de personas que se interesan por el pelambre y la alteración de prioridades noticiosas.

Saludos.

Verónica dijo...

Es inevitable que los medios, actualmente, no actúen por "bloques".
Copesa siempre tendrá en portada los errores de la Concertación, mientras que La Nación es el único medio que nos dice que la salud y la educación han mejorado, mientras el Simce dice que los cabros de cuarto básico no saben leer.
Las dos cosas, a mí parecer, están mal.
Por lo mismo, y colgándome de lo que dice Alejandra, creo que la libertad está en el elegir.
A todo esto, Jorge, me gusta tu blog.
Otra cosa: ¿te mantengo el link a tu otro blog o te linkeo este? Ojalá me cuentes.


Un besote.

Daniel de Witt dijo...

Escribí un post sobre el tema RCTV. Creo que te interesaría, y a mí me interesa tu opinión.
Un abrazo.